Llegar, correr y ganar... Así de simple convierte Usain Bolt en victoria una prueba que exige muchísima tensión y, por supuesto, velocidad. El jamaicano, la persona más veloz del mundo, competía en Roma por primera vez esta temporada tras superar molestias en su espalda y en el tendón de aquiles, y ayer volvió a vencer en los 100 metros ante su gran rival, su compatriota Asafa Powell.

Nadie esperaba en Roma ver a Bolt batiendo su propio récord mundial tan pronto, pero su marca de 9.91 demuestra que los entrenamientos de los últimos meses han ido por muy buen camino.

Ya desde el comienzo se veía, o se podía intuir, que sería una gran carrera. Como de costumbre, Bolt realizó el ritual habitual a la cámara de televisión, saludó a todos los presentes con su gesto usual y se peinó la corta cabellera y las cejas, como si estuviese desarrollando su cuerpo en cuanto a aerodinámica.

Sin embargo, la salida no fue la mejor posible, ya que los tacos de sus zapatillas quedaron enganchados más tiempo que los de sus rivales. Tuvo que ser en los últimos metros, con Powell ya en cabeza, cuando el jamaicano sacó su mejor zancada para cruzar la meta primero.

A pesar del excelente tiempo, y con un viento ligeramente favorable de 0,6 m/s, el campeón olímpico y mundial no pudo apoderarse del mejor resultado mundial de la temporada, que permanece en posesión de Steve Mullings (9.90).

A partir de ahora, habrá que esperar a los Mundiales de Daegu (Corea del Sur) para ver si Bolt es capaz de rebajar los 9.58. Él mismo se ve capacitado para ello, según comentó antes de la prueba: «Cuento con que una cosa es decirlo y otra hacerlo, pero yo creo que mis 9.58 segundos son mejorables, basta con ser rápido».

El otro jamaicano, Asafa Powell, tuvo que conformarse con la segunda plaza (9.93). Y no podía faltar en el podio el francés Christophe Lemaitre, el atleta blanco más rápido de la historia (9.97), que acabó la prueba con una marca de 10.00.

Felix, con una zancada preciosa

Otra de las grandes estrellas de la tarde-noche del atletismo fue la estadounidense Allyson Felix, que se impuso en los 400 metros con una zancada preciosa y espectacular. La atleta, además, firmó la mejor marca mundial de la temporada con 49.82.

Sin embargo, la velocista no pudo repetir victoria en los 200 metros, ya que notó el esfuerzo realizado en la tanda anterior. Y es que entre una prueba y otra sólo pasó media hora. A pesar de ello, finalizó en cuarta posición una carrera que ganó su compatriota Bianca Knight, con un tiempo de 22.65.

En los 200 metros masculinos, el corredor italiano Andrew Howe realizó una gran actuación ante su público, con una victoria excelente y una marca atrevida de 20.31.