El régimen libio denunció la muerte de al menos once civiles en una nueva andanada de bombardeos de la OTAN en Zliten, a unos 150 kilómetros al este de Trípoli.

De confirmarse el balance, sería uno de los bombardeo más mortíferos de la Alianza en suelo libio desde que comenzó su ofensiva por aire. Todo apunta a que la OTAN está utilizando su potencial como cobertura aérea para un ejército rebelde incapaz de avanzar por sí sólo.

Zliten se encuentra a medio camino entre Trípoli y Misrata, ciudad disputada por ambos bandos desde hace dos meses.

Los combates en torno a la región de Misrata tampoco cesan. Una veintena de personas han muerto en dos días en combates en Beni Walid, a unos 180 kilómetros al sureste de Trípoli y no lejos de la tercera ciudad libia.

Mientras tanto, en el Estado francés crecen las voces, muchas de ellas consideradas «autorizadas» que denuncian la implicación de Sarkozy en el operativo para derrotar a Gadafi cueste lo que cueste. El ex ministro de Exteriores francés, Roland Dumas, se ha mostrado dispuesto a llevar ante los tribunales al inquilino de El Elíseo.

El presidente sudafricano, Jacob Zuma, visitó ayer edificios oficiales bombardeados por la OTAN en Trípoli, donde llegó para reunirse con el líder libio, Muamar Gadafi, con el objetivo de presentarle el plan de mediación de cara a la paz auspiciado por la Unión Africana.