``Macua-Urrutia: gestión contra carisma''. Es uno de los titulares de la prensa deportiva de estos últimos días que resume la idea que ha trascendido a los aficionados tras las calculadas apariciones públicas de los dos aspirantes a dirigir Ibaigane. Hoy se abre el plazo para la presentación de candidaturas y los dos `candidatos a candidato' -porque aún deben presentar sus avales en forma de firmas, antes del día 17-, siguen sin descubrir sus cartas, más allá de esos sambenitos, asumidos o no, de ser garante de la gestión, uno, y abanderado de los valores, otro.

Los socios tienen por delante un mes para decidir los designios de su club del alma para los próximos cuatro años; o, más exactamente, algo más de la mitad de la masa social rojiblanca, pues de los casi 30.000 afiliados del Athletic, en las dos últimas décadas nunca han acudido a las urnas más de 18.000 -15.060 cuando ganó Macua en 2007-.

Esta vez, como en los comicios de 2001 en que se impuso el malogrado Javier Uria, concurren sólo dos candidatos. De un lado, Fernando García Macua, cuyos mejores avales como último presidente son la estabilidad económica del club y una consolidación del equipo en el plano deportivo, con la oportuna guinda de la Europa League.

En las últimas semanas, previas a su cese al mando del club, se ha prodigado en apariciones y golpes de efecto varios, como la renovación de varios jugadores, el fichaje de Ander Herrera, la presentación del libro ``Lezama, el corazón del Athletic'', el avance del futuro proyecto Lezama XXI o el reciente y millonario contrato televisivo.

Caparrós sí, Caparrós no

El abogado bilbaino no da puntada sin hilo, y ha esperado a que fuera su cantado rival, el ex-capitán rojiblanco Josu Urrutia, quien fuera el primero en saltar al césped. Lo hizo en un txoko, en la simbólica sede de la Peña del Athletic juvenil, y allí habló del `estilo Athletic', de sentimientos, de señas de identidad, filosofía que este apreciado ex-león siempre ha sostenido, ahora como candidato y en su día como jugador y capitán que llegó a Lezama con 9 añitos. ¿Y de la gestión? Asumió con franqueza sus limitaciones, pero para eso está su futuro grupo de colaboradores, dijo, cuyos nombres han ido saliendo a la palestra.

Entre los más conocidos se habla de José Ángel Corres, presidente de la Cámara de Comercio, y Alberto Uribe-Etxebarria, director de Deloitte, empresa de auditoría número uno del sector, además del abogado Javier Aldazabal, Xabier Pérez Gaubeka -licenciado en Comunicación y director de Desarrollo del Museo Guggenheim-, y el doctor Ángel Gorostidi, médico del Athletic entre 1981-1996.

Pero, más allá de su plancha de nombres, lo que los socios están demandando es un único apellido, el de quién será su entrenador si gana. Algunos medios inflaron el globo de Ernesto Valverde -y éste se desinfló al renovar por el Olimpiakos-, lo mismo que sucedió con la pompa de Unai Emery -que seguirá en Valencia-, o la más reciente del vasco Didier Deschamps -que acaba de firmar otro año más con el Marsella-.

Caparrós sí, Caparrós no

Entre medidas, ilustres nombres sin banquillo actual como Frank Rijkaard -al Aston Villa, dicen- o Louis Van Gal; un `loco' Marcelo Bielsa -que quién sabe si es el tapado- que vale lo mismo para una Real, un Athletic que un Sevilla; la sonrojante idea de que sea André Villas Boas, que lo acaba de ganar casi todo con el Oporto; un inexperto Luis Enrique; y, barriendo para casa, el gancho mediático de Cuco Ziganda, con un discreto bajage como entrenador.

Los medios de comunicación no han parado de sacar técnicos a la palestra y, si uno se cae de la lista de posibles, rápidamente le sustituye otro. Y si hay que echar las redes periodísticas en el mercado británico, se echan.

Mientras de Urrutia no se sabe siquiera si ya tiene encauzado un técnico, a Macua se le presume que su apuesta era y sigue siendo Joaquín Caparrós. El técnico andaluz llegó a decir que era «optimista» y que estaba dispuesto a jugársela y quedarse sin equipo en julio, teniendo que esperar al mercado de invierno. ¿Palabra de `vasco'?

El problema es que el ex-presidente no ha dicho que sí, pero tampoco que no. Y eso desata especulaciones. Y si hoy ``Macua refuerza su apuesta por Caparrós'', mañana ``Macua se replantea la opción del andaluz'', y todo en el mismo periódico.

«Gure estiloa»

De momento, la mejor baza electoral sobre el entrenador es, sintomáticamente, la del silencio. Y en su ausencia, se habla de gestión y valores, que no es poco. Frente a ese toque a rebato del ex-león de Lekeitio en favor del gure estiloa perdido, Fernando García Macua respondió con rapidez: «El problema no son los valores, sino la gestión», resumió su contestación.

Defendió, en su anuncio como candidato -en un céntrico hotel de cinco estrellas-, que la mayor defensa de esos valores es «hacer una institución más sólida, fiable y competitiva». Y, por si alguien no se daba por aludido, recordó que «nadie puede considerarse depositario de las esencias del Athletic».

Urrutia recogió el guante y en la inauguración de su oficina electoral se reafirmó en su leit motiv electoral, al anunciar que se centrará en «convencer al socio» de su «idea del Athletic». Su lema, ``Valores, compromiso, experiencias, capacidad'' lo dice todo, cuatro palabras a las que sumó «evidentemente, también la gestión». Porque, como apostilló presto, «la gestión va implícita dentro de esas palabras».

Éstas son las banderas que hasta la fecha se han izado, aunque de puntillas, en este cara a cara entre Macua y Urrutia a través de los medios de comunicación. Sobre nombres y programas -sobre todo esto último, que sería lo que debe interesar al votante-, como respondió el lekeitiarra, «cuando consiga el apoyo de los socios, empezaré a hablar de otras cuestiones, porque queda mucho tiempo».

De momento, el periodo electoral hasta el 7 de julio -San Fermín en Iruñea, San Mamés en Bizkaia- va quemando etapas, como los aspirantes. Lo más urgente: presentar las 1.750 firmas necesarias antes del 17 de junio.