El cadáver del vecino de Lodosa José Jiménez, de 26 años, que estaba en paradero desconocido desde el miércoles de la semana pasada, fue localizado ayer en una viña de Cárcar, según informaron fuentes policiales.

La última vez que se vio con vida a Jiménez había ido a pescar en el río Ebro y después a cazar, en compañía de un conocido que fue detenido el lunes por la Guardia Civil.

El instituto armado registró posteriormente la vivienda del detenido y la de su madre. Testigos presenciales relataron que los agentes sacaron abundantes bolsas de basuras y documentación. Horas después encontraban el cadáver de Jiménez en las proximidades de la planta de reciclaje de basuras que gestiona la Mancomunidad de Montejurra en Cárcar.

La juez encargada del caso ha decretado el secreto de sumario. Sin embargo, informaciones difundidas ayer destacaban que el cuerpo de Jiménez presentaba varios impactos de arma de fuego en el rostro.

Fuentes de la Guardia Civil señalaron a Canal 4 que los disparos que tenía Jiménez en el rostro eran tres.

Al desaparecer, Jiménez vestía un chándal negro y una camiseta roja. Llevaba su teléfono móvil, pero no tenía ni documentación ni dinero, por lo que la hipótesis de una marcha voluntaria fue descartada inicialmente por sus allegados.

Por ello, distribuyeron el sábado carteles con su fotografía y un número de teléfono para solicitar información sobre su paradero.

El domingo se organizó una batida con 200 voluntarios, coordinados por Cruz Roja, en la que se rastrearon zonas como El Viso, El Rebocado, el barranco de Féculas, La Lomba y Las Machorras, situadas todas ellas en las inmediaciones de Lodosa.

Asimismo, patrullas de la Guardia Civil, apoyadas por un helicóptero, habían registrado la zona, peinando las orillas del Ebro entre Lodosa y Mendabia, tanto en la parte navarra como en la riojana, aunque hasta la detención de la persona que acompañó a José Jiménez a cazar y a pescar al río no se pudo descubrir su cuerpo.

La Guardia Civil amplió el radio de búsqueda de Jiménez hasta la ciudad de Logroño, donde contaba con numerosos amigos. En la capital riojana también se colocaron carteles que alertaban de su desaparición y solicitaban colaboración para su localización.

El cadáver de José Jiménez fue trasladado a Iruñea para practicarle la autopsia. Está previsto que su funeral se celebre esta misma semana en Lodosa.