La plataforma por una vivienda digna de Gipuzkoa, Kepasakonlakasa, hizo público ayer un censo de edificios «sin aprovechar» que se localizan sobre todo en la capital gipuzcoana.

Dicho censo comenzó su andadura en febrero con la puesta en marcha del concurso «Amasapisos». Ha concluido con la detección de aproximadamente 400-500 viviendas vacías en quince edificios distintos, un 20-30% de las cuales están en manos de entidades públicas.

Jürgen Wolff, uno de los portavoces de la plataforma, quiso agradecer ayer a los ciudadanos que han contactado con ellos para informarles de que en su barrio o muy cerca de su casa existen edificios sin habitar. Y añadió que han realizado un censo con los edificios sin habitar a día de hoy. La lista, que consta de 24 edificios por ahora, puede consultarse en su web -www.kepasakonlakasa.org-.

Wolff se mostró sorprendido por los resultados obtenidos en los últimos meses. Estas viviendas han sido divididas en cinco grupos diferentes. El primer grupo lo constituyen las casas antiguas que haría falta restaurar, según propuso el portavoz de la plataforma. En caso de que la restauración no sea posible, Wolff abogó por «tirarlos y usar el suelo para edificar VPO en alquiler».

El segundo de los grupos lo conforman «edificios oficiales que por cualquier razón dejaron abandonados». Wolff mostró su asombro ya que insistió que en algunas de estas viviendas «ni siquiera se molestan en cerrar las ventanas». La solución que plantean para ellas es muy fácil: «Basta con que el señor Arriola [consejero de Vivienda del Gobierno de Lakua] llame a sus colegas de Gabinete y les diga que hay varios edificios en el centro de la ciudad vacíos».

Las viviendas que llevan más de un año sin venderse conforman el tercer grupo, por lo que manifiestan que podrían pasar a formar parte de Alokabide, sociedad que se encarga de la gestión de buena parte de las viviendas públicas en alquiler, o de Bizigune.

Los edificios «esqueleto» de Riberas de Loiola forman el cuarto grupo. Algunos se encuentran a medio hacer y otros «han pasado del plazo legal de los cuatro años», por lo que insisten en que el Ayuntamiento de Donostia «podría meter mano» en el asunto.

El último grupo lo conforman las urbanizaciones situadas fuera de la ciudad y que en su día fueron pensadas como segunda residencia, pero que ahora pocos se pueden permitir.

Desde la plataforma Kepasakonlakasa indicaron que a día de hoy en Donostia las viviendas vacías pueden llegar a las 4.000 aproximadamente, según los cálculos que suele aplicar el Observatorio de Vivienda Vacía de Lakua, de los cuales en 1.500 «es abrir y entrar. En otros hay que hacer reformas», matizan.

Distintos metodos

Wolff insistió en que cabe la posibilidad de que las 400 viviendas vacías que ellos han detectado en los últimos meses entren tambien en el cálculo que realiza Lakua, pero que es imposible de saber, ya que este recuento oficial no especifica la ubicación de los edificios.

En respuesta a los periodistas, dijo que aparte de hacer identificables los edificios vacíos, Kepasakonlakasa incluye en la misma lista las promociones interrumpidas de viviendas protegidas. La consejería no las cuenta, pero Wolff subraya que «en Donostia es sangrante y hay que hacer algo al respecto».

Añadió que la plataforma da los instrumentos necesarios para que la gente que sufre en primera persona el problema de la vivienda pueda hablar con los propietarios. «Espero que algunos de estos tenga un poco de lucidez y pongan en venta sus propiedades vacías», dijo.

Además de todo ello, buscan «animar a la gente a que se mueva». Y es que para las 9.000 personas que están en lista de espera para poder aspirar una vivienda digna, éste es «un problema prioritario».