El ginecólogo a quien unos padres piden tres millones de euros de indemnización por su intervención en el nacimiento de su hijo, que padece parálisis cerebral, dijo en el juicio iniciado ayer que volvería a proceder igual. En la primera sesión de la vista de la demanda de la familia de un niño de siete años, el médico aseguró que el proceso del parto fue «totalmente normal» hasta el momento del expulsivo, cuando se produjo una desaceleración brusca del pulso del feto, por lo que decidió ayudarse de una ventosa para sacar al niño.