Al-Maliki se enroca tras los «100 días de gracia» al Ejecutivo iraquí
GARA |
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, ya no tiene excusa. Los 100 días de plazo que se autoasignó para acabar con el creciente descontento social en el país se han acabado y se anuncian protestas para el viernes.
Ahora pide más tiempo y, consciente de que no sobreviviría a una sangría de sus ministros, insiste en mantenerlos en el cargo. Mientras tanto, la prensa no alineada con el poder no ahorra las críticas y acusa a al-Maliki de inacción.
Todo ello en un contexto en el que los ataques a las fuerzas ocupantes se intensifican a medida que se acerca la fecha, a finales de año, de retirada de las tropas de EEUU.
Irak vivió a principios de año importantes protestas populares contra la situación del país y contra la ocupación.