La Encuesta Anual de Estructura Salarial, referida a 2009, que publicó ayer el INE muestra que la discriminación salarial entre hombres y mujeres supera el 25% en Hego Euskal Herria y es superior al 34% entre los trabajadores con contratos indefinidos o los temporales. Estos datos ponen en evidencia que lejos de recortarse esas diferencias, se agrandan. De hecho, LAB afirma, tras conocer los datos, que de su lectura se demuestra «la persistencia de la discriminación salarial».

El salario medio en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa ascendió a 26.162,45 euros anuales y en Nafarroa, a 23.657,71 euros. Las mujeres percibieron 22.502,47 euros en el caso de la CAV y los hombres 28.890 euros, lo que supone una diferencia de 6.387,45 euros. Esto significa que las mujeres percibieron un 22,1% menos que los hombres por el mismo trabajo. En el caso de Nafarroa, las mujeres tuvieron un salario de 19.487,55 euros frente a los 26.755,77 euros de los hombres, una diferencia de 7.268,22 euros. La discriminación salarial supone el 27,2%.

LAB critica la «persistencia» de la discriminación salarial en los centros de trabajo y añade que «requiere poner especial atención en el tipo de contrato, jornada y ocupación; porque las prácticas de segregación laboral tienden a colocar a la mujer en ocupaciones menos consideradas y peor pagadas, en las categorías inferiores y con los contratos más precarios».

A juicio de la central sindical, tras analizar los datos ofrecidos por el INE, «no es casualidad que las mujeres representen el 84% de la población asalariada con jornada a tiempo parcial» y, a la vez, la tasa de temporalidad «alcanza el 26%, mientras que la de los hombres ronda el 20%». De hecho, la diferencia salarial entre un contrato indefinido y otro temporal es del 35,92% en Nafarroa y del 33,15% en la CAV. Aunque las diferencias salariales entre hombres y mujeres con contratos temporales se mueven en «una horquilla de entre el 3% y el 6%, dependiendo el territorio». Es por ello que LAB insiste en que «el trabajo precario y mal remunerado es uno de los elementos más característicos del modelo productivo y de la estrategia competitiva empresarial».

A nivel general del Estado español, desde el punto de vista de los salarios por ocupación, las ganancias de los directores de empresas de más de diez trabajadores respecto al resto de trabajadores superó en un «180,5% el salario medio» y la gerencia de esas empresas logró «un incremento del 68,9%» respecto al salario medio.