Las bolsas consumieron la jornada sin tomar posiciones sobre los dos focos de atención candentes: la ayuda financiera a Grecia y la intervención del presidente del BCE, Ben Bernanke, que por segunda vez se prestaba a contestar a las preguntas de los periodistas tras el cierre de los mercados europeos. Por el momento, el primer frente queda supeditado a la decisión de Bruselas y al día del desembolso del plazo del plan de rescate. Sin embargo, muchos expertos creen que es inevitable el impago de la deuda a no muy largo plazo. Ayer se sumaba a esta corriente de opinión Pimco, la mayor gestora de bonos del mundo. En Estados Unidos, por el contrario, los desvelos se centraban en intuir la respuesta de Ben Bernanke a los indicios de ralentización económica de los últimos meses, así como a su siguiente actuación una vez abandonada la idea de un nuevo estímulo económico. En esta tesitura, los inversores optaron por la prudencia y los movimientos a la baja tampoco fueron significativos. El Ibex apenas recortó un 0,06%, hasta los 10.226,20 puntos. En la misma línea se colocaron los balances diarios de Fráncfort (-0,05%), Londres (-0,04%) y París (-0,15%). La caída del Ibex se vio frenada por los avances de Iberdrola (+0,67%) y Telefónica (+0,21%). Los mejores de la sesión fueron Mapfre (+1,04%), tras descontar dividendo, y Endesa (+1,02%). En las pérdidas, bajadas superiores al 2% en Abengoa y Gamesa. En París, la lista de ganadores se abría con Renault (+2,88%) y Accor (+1,51%), al tiempo que Schneider (-2,25%) y Bouygues (-1,71%) cerraban con los mayores retrocesos.