Como muchos chavales de su generación, Iker Tainta (Barañain 23/07/1992) acaba de pasar por esa etapa de indefinición en la que, una vez terminado el bachillerato, debe tomar la no siempre sencilla decisión de encauzar su vida profesional por uno u otro lado. Dentro de las múltiples variantes existentes, a este rubio navarro de casi 19 años Asegarce le ha abierto una opción que ninguno de sus compañeros de instituto ha tenido y emprenderá la complicada carrera de pelotari. «Acabo de terminar el bachiller este año y no sé lo que haré el año que viene porque con esto de la pelota no sé lo que voy a poder hacer», relató a GARA desde la concentración de Lekeitio.

En un mundo profesional con cada vez menos sitio para la llamada «clase media», Iker Tainta es una de las jóvenes promesas con las que Asegarce pretende renovar a su plantilla de profesionales. Tras buenos resultados como juvenil, el delantero de Barañain ha tenido una trayectoria muy corta en el campo aficionado -bajo la tutela del malogrado Angel Urzanki-, donde la pasada temporada se caló la txapela del GRAVN individual ante el riojano Víctor, otro pelotari que anda en la órbita de la promotora bilbaina.

Preguntado por la precocidad de su salto al mundo profesional, Tainta reconoce que, «sí que da un poco respeto. Pero miedo no, porque tengo muchas ganas. Te mides contra gente de mucho nivel y que lleva un montón de años jugando a esto, saben muy bien lo que hay, y yo aquí, con 18 años... te impone respeto, pero algún día habrá que empezar», explicó.

Tras unos meses entrenando con el grupo de trabajo de Aniceto Lazkano en el Beotibar tolosarra, el sábado Iker Tainta dará el salto en Iruñea, con Alexis Apraiz como zaguero, ante Asier Olaizola-Mendizabal II, en el previo del Cuatro y Medio de San Fermín.

Pero antes de ese momento tan especial como el debut, el de Barañain está experimentando una serie de nuevas sensaciones desde el lunes, día en el que se unió a la concentración que Asegarce está haciendo en un hotel de Lekeitio. Nuevos compañeros, sesiones fotográficas, equipaciones a estrenar, charlas, relaciones con la prensa... todo es nuevo para Iker Tainta que, no obstante, dice encontrarse bastante tranquilo en este período de asimilación.

«Pensaba que iba a estar mucho más nervioso pero estando con todos estos en la concentración estoy como muy tranquilo y con muchas ganas de que llegue el sábado», señaló. Previamente había compartido algún entrenamiento prácticamente con todos los integrantes del plantel, pero estos días están siendo «muy positivos para conocerlos mejor y son muy majos todos», insistió.

«Pelotari con nervio»

Pese a su juventud, Iker Tainta muestra decisión en sus respuestas y no rehuye a la hora de definirse. «Creo que soy un pelotari con bastante nervio o chispa en las dos manos. Me gusta meter velocidad al juego, darle ritmo al partido e intentar hacer cosas. Que me salga ya es otra cosa, pero intentarlo sí».

De la misma manera, tampoco se esconde cuando le toca mostrar públicamente esas facetas en las que es consciente que tiene mucho que mejorar. «Sobre todo jugar a parejas ahí adelante, porque mano a mano me defiendo mucho mejor. Siempre he estado más cómodo jugando solo y a parejas me cuesta un poco más. Tengo que aprender a hacer ganchos y esas cosas de jugar a parejas», relató con absoluta naturalidad.

De la misma manera, el nuevo profesional de Asegarce tiene muy claro lo que espera de su primer partido con la empresa bilbaina. «Sobre todo disfrutarlo, que es una vez en la vida. No me obsesiona ganar, eso me da igual, lo que quiero es jugar a gusto y disfrutar del día y del partido», señaló.

Aunque la paciencia con los jóvenes pelotaris cada vez es menor, tampoco quiere el navarro ponerse grandes objetivos de cara a un medio plazo. «Eso ya no sé. De momento coger un poco el ritmo de los partidos, porque es mucho más intenso que en aficionados. Quiero intentar ponerme a su altura».

Al contrario que Idoate, que se mostró encantado de poder enfrentarse a Rubén Beloki, su ídolo de la niñez, Iker Tainta dice no haber tenido nunca un pelotari preferido.