El Gobierno de Damasco acusó ayer a líderes europeos de participar en un «complot destinado a sembrar el caos en Siria», mientras la oposición convocaba una nueva huelga general para hoy contra el régimen de Bashar al-Assad y Bruselas ampliaba las sanciones contra Siria.

Las críticas fueron lanzadas por el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al-Mualem, quien rechazó las declaraciones de algunos líderes europeos y responsables comunitarios en relación al discurso pronunciado el lunes por el presidente Al-Assad para comprometerse a continuar con su proceso de reformas y ofrecer un diálogo nacional. Consideró que esas manifestaciones demuestran su intención es «generar conflictos y caos» y advirtió de que Siria podría recurrir a otras regiones para obtener su apoyo y realizar intercambios comerciales.

La Unión Europea (UE) rechazó de pleno las palabras del ministro y abogó por el endurecimiento de las sanciones contra el régimen sirio y por una pronta condena por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.

Además, la UE amplió ayer, a instancias de París y Londres, sus sanciones contra Siria a cuatro personalidades del país, a tres iraníes y a cuatro compañías vinculadas con el Ejército. Se trata de la tercera ronda de sanciones que impone Bruselas contra el régimen de Damasco para enviarle el «importante mensaje» de que la represión es «inaceptable».

«No han venido»

El ministro sirio de Asuntos Exteriores subrayó que «el asunto sirio es interino y rechazamos cualquier injerencia extranjera». Al-Mualem, agregó que «desafortunadamente desde el comienzo de la crisis no ha venido ningún responsable europeo para tratar con nosotros sobre lo que ocurre. Han dependido de las informaciones que les llegan desde fuera de Siria y han comenzado a imponer sanciones».