Luis León Sánchez se adjudicó el Campeonato de España contrarreloj al marcar el mejor tiempo en un trazado disputado sobre 44,5 kilómetros entre Coves de Sant Josep y La Vall d´Uixó. Pero, sin duda, la gran sorpresa la dio el corredor de Euskaltel Euskadi Jonathan Castroviejo, que se aupó a la segunda plaza, a un minuto y un segundo del vencedor, en una exigente prueba.

El ciclista de Getxo, que se adjudicó el prólogo del Tour de Romandía, está realizando una excelente temporada en el conjunto naranja. Tanto, que varios equipos han preguntado por el vizcaino, entre ellos el Movistar, para la próxima temporada.

Mientras, para Luis León Sánchez, el de ayer fue su tercer oro tras sus victorias en 2008 y 2010, además de ser segundo en las ediciones de 2007 y 2009.

El madrileño Alberto Contador, en cambio, acusó la falta de competición desde el Giro y se tuvo que conformar con la tercera plaza del podio, a 1.12, por lo que no pudo revalidar su título logrado el pasado año.

Por su parte, Gorka Izagirre (Euskaltel) fue séptimo, Ricardo García (Orbea) decimocuarto y Ion Pardo (Onda) decimosexto.

Vinokourov, líder de Astana. El equipo kazajo dio a conocer ayer la lista de corredores que acompañarán a Alexandre Vinokourov en el Tour. Estará acompañado por Dmitriy Fofonov, Maxim Iglinskiy, Andrey Zeits, Remy di Gregorio, Andriy Grivko, Roman Kreuziger, Paolo Tiralongo y Tomas Vaitkus.

Anulan la sanción a Heras. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León anuló la sanción por dopaje que la Real Federación Española de Ciclismo impuso al corredor Roberto Heras y que supuso la anulación de los resultados individuales obtenidos en la Vuelta 2005 y la suspensión de dos años de su licencia deportiva. El salmantino fue sancionado por dar positivo por eritropoyetina recombinante cuando se le practicó un control el 17 de setiembre de 2005.

Bildu y la Vuelta. El grupo de Gasteiz remarcó que el gasto de 109.700 euros que supone el paso de la Vuelta por Euskal Herria, impulsado por PP y PSE, es «malgastar el dinero» y criticó a ambos partidos de «buscar politizar una competición».