La cita de selecciones más antigua
Copa América, el escenario ideal para que Messi triunfe con la albiceleste
La mayor amenaza de «la pulga» volverá a ser Brasil, campeón de las dos últimas ediciones, liderado ahora por Neymar y Ganso.
Natxo MATXIN
A pesar de sus 24 años, ya lo ha ganado todo... a nivel de clubes. Lionel Messi tiene una espina clavada, que no es otra que reivindicarse con su selección, como ya hiciesen en su momento Maradona, Cruyff o Pelé. Tras el fiasco de Sudáfrica a «la pulga» le llega ahora el escenario ideal donde demostrar por qué está considerado el mejor jugador del mundo en la actualidad.
La responsabilidad de Argentina es máxima, no sólo porque ejerce las funciones de anfitrión -sólo ha fallado en dos ocasiones de las ocho en las que ha organizado el evento-, sino porque debe sacudirse el dominio brasileño de las dos últimas ediciones, con el agravante añadido de haber sido la albiceleste quien hincó la rodilla en la final.
La cita continental que se iniciará mañana en el estadio Ciudad de la Plata -único con techo de Sudámerica- es, sin duda, una de las que refulge más brillo, dado el conglomerado de estrellas que se van a dar cita, la mayoría de ellas brillando en Europa, y con apenas ausencias a destacar.
Argentina, la favorita. Es la reina de las apuestas, pero la presión por jugar en casa y llevar 18 años sin conquistar este trofeo puede ser su tumba. La pléyade de talentos, especialmente en ataque, le hacen un conjunto temible. A Messi se le unen Agüero, Higuaín, Diego Milito y Tévez, un ramillete que el técnico Sergio Batista deberá saber congeniar para evitar cismas. Mascherano, Cambiasso y Banega deberá suministrar de balones a tanto astro, mientras que Gaby Milito, Garay, Burdisso, Pareja y Rojo deberán contener a los rivales.
Brasil, a prolongar su dominio. Ganadores en 2007 y 2003, la canarinha quiere prolongar su reciente dictadura en este torneo -han vencido en cuatro de las cinco últimas ediciones- y aguarle de paso la fiesta a su eterna rival en el continente. Además del cambio de entrenador, el fracaso mundialista trajo consigo un relevo generacional y el regreso al juego preciosista. Las estrellas emergentes de Neymar y el media punta Ganso son la punta de lanza de un nuevo proyecto en el que también tienen su cuota de protagonismo los ya consolidados en Europa Robinho y Pato.
Uruguay, la tapada. Es la gran animadora del torneo de selecciones más antiguo, no en vano ostenta el récord de trofeos junto a Argentina -14-. Por eso y por su clasificación como tercera en Sudáfrica, sería descabellado eliminar a los charrúas de la lista de pretendientes al trofeo. Su mejor baza está en la delantera con el tridente que conforman Forlán -descansado tras su poca participación en el Atlético de Madrid-, Suárez -su pase al Liverpool le ha hecho mejorar en cuanto a madurez y competitividad- y Cavani, la revelación en el campeonato italiano destapándose como un gran goleador con el Nápoles. Por si ello fuera poco, dispondrán del plus de miles de aficionados que se desplazarán hasta el país vecino.
Paraguay sueña con el tercer título. Francamente complicado, la Albirroja aspira a sumar su tercer entorchado -ganó en 1953 y 1979- hasta el punto de que estrenará una camiseta que emula a la de su último título. Y para ello, la escuadra guaraní aspira a mantener el nivel que mostró en Sudáfrica, donde llegó hasta unos históricos cuartos de final. Gerardo Martino conserva prácticamente el mismo bloque del verano pasado confiando en que siga el buen hacer de hombres como Nelson Valdez o Lucas Barrios.
Perú, sin Pizarro. Si ya de por sí el fútbol peruano ha pasado a un segundo plano en los úlimos tiempos, la ausencia por lesión de su máxima estrella, Claudio Pizarro, no ayuda para nada a su resurrección. Al menos, su técnico, el uruguayo Sergio Markarián, podrá disponer para el segundo encuentro de la primera fase de otro de sus puntales, el jugador de la Fiorentina Juan Vargas. En principio, Perú encara este torneo con la vista puesta más en las clasificatorias para Brasil 2014.
Colombia mira más hacia el próximo Mundial. Al igual que Perú, Colombia también prioriza entre sus preferencias estar en Brasil dentro de tres años que la Copa América. «Es mi obsesión», ha declarado categórico su míster, Hernán Darío «Bolillo» Gómez. En cualquier caso, los ganadores de la edición de 2001 presentan un plantel muy cualificado, con la mayoría de sus futbolistas jugando en las mejores ligas europeas. Pretendido por el Chelsea, Falcao es ahora mismo el hombre de moda del fútbol colombiano y de las figuras a seguir en el torneo. Necesitarán de su olfato goleador si quieren repetir el éxito de hace diez años cuando fueron anfitriones.
Bolivia, sin grandes alardes. Las posibilidades reales de la Verde pasan por intentar superar la primera fase, lo que sería un buen síntoma de cara a la fase clasificatoria mundialista. El reto recae en el joven futbolista de 24 años Marcelo Martins, delantero del Shakhtar ucraniano y el mejor hombre tanto en lo técnico como en lo físico de los bolivianos. Su juventud estará compensada con la experiencia en la zaga del capitán Ronald Raldes, mientras que el medio campo es quizás su zona más endeble.
Chile emana ilusión. Pocas ocasiones va a disponer Chile de congeniar un grupo con tanto talento como para optar a un título que, aunque parezca mentira, todavía no está en sus vitrinas. Si bien es cierto que su técnico, el argentino Claudio Borghi -campeón del mundo con Maradona en 1986-, no ha dispuesto del tiempo necesario para pulir sus diamantes, ello lo suple con la ilusión que destila un plantel confiado en sus posibilidades. Y en el buen hacer de uno de los jugadores de moda, Alexis Sánchez, apodado el «Niño Maravilla», por el que suspiran clubes como el Barcelona. Del papel que el delantero del Udinese realice en el torneo puede depender en gran medida su traspaso. El guardameta realista Claudio Bravo y el experimentado ex rojillo Pablo Contreras, amén del organizador del Bayer Leverkusen, Arturo Vidal y el destructor del Sevilla, Gary Medel, colaborarán a la causa, ante la ausencia de Mark González por lesión.
México, con polémica y limitaciones. Por si no tuviera suficientes limitaciones -la Concacaf le ha prohibido concurrir con sus estrellas para que estuvieran presentes en la Copa Oro, que finalmente ganaron-, México se ha visto envuelta en la polémica que saltó el miércoles de tener que relevar a ocho de sus seleccionados al comprobar que habían contratado los servicios de varias prostitutas en el hotel de concentración. Un asunto que, a buen seguro, dejará tocadas las opciones de un equipo de futuro -casi todos sub 22- en el que se echará mucho de menos la eficacia del Chicharito.
Ecuador, sin un once claro. Si algunas selecciones llegan a la cita con pocas horas de vuelo, Ecuador es la expresión personificada en este apartado. Su técnico, Reinaldo Rueda, se ha empeñado en entregar su tiempo a toda una suerte de probaturas y ensayos a la búsqueda de un once ideal que todavía no tiene perfilado. Y no será porque no tiene mimbres, ya que de un tiempo a esta parte han surgido nuevas figuras como Valencia (Manchester United), Caicedo y Montero (Levante), o Noboa (Rubin Kazan), en los que deberá apoyarse para protagonizar un papel digno.
Venezuela quiere continuidad. Tras el éxito que supuso clasificarse para cuartos de final como primera de grupo en la pasada edición organizada por ella, Venezuela no quiere que se acabe la racha y desea reeditar esa hazaña cuanto antes. Encuadrada en el grupo de Brasil, no será tarea fácil, aunque su joven míster, César Farías, basa toda su confianza en el experimentado ex mallorquinista Juan Arango y los delanteros Rondón (Málaga) y Miku (Getafe).
Costa Rica, la incógnita. Junto a México, es la otra invitada a la fiesta del fútbol sudamericano y una auténtica incógnita por saber si dará sus frutos el trabajo realizado por Ricardo La Volpe. El preparador argentino se ha visto también con el hándicap de la Concacaf de convocar a futbolistas sub 23, donde destaca la calidad del guardameta Esteban Alvarado.
En principio, Canal+ Fútbol tiene los derechos televisivos de retransmisión de la Copa América 2011. En cualquier caso, la cadena no pudo confirmar si emitirá todos los partidos del campeonato o algunos elegidos.
El torneo se disputará en ocho estadios diferentes, correspondientes a las ciudades de La Plata, San Salvador de Jujuy, Santa Fe, Córdoba, Salta, San Juan, Mendoza y Buenos Aires. Todos estos escenarios suman un aforo total que llega hasta los 310.000 espectadores.
El argentino Javier Zanetti jugará su quinta edición de la Copa América después de 17 años defendiendo la elástica albiceleste. A sus 37 años -cumplirá 38 cuando acabe el torneo-, el futbolista del Inter ha vuelto a ser convocado tras quedarse fuera de Alemania y Sudáfrica.
Parece tarea imposible que alguna de la estrellas que se van a dar cita pueda superar el récord goleador que ostentan el brasileño Zizinho y el argentino Méndez. Ambos suman 17 goles en sus diversas participaciones y sólo Batistuta (13) se acerca en cuanto a jugadores recientes.
Un ñandú representará a la mascota de esta 43ª edición de la Copa América que se disputará en tierras argentinas. Se espera que el evento deportivo genere un volumen de negocio que se acerque a los 700 millones de euros, el doble que hace cuatro años en Venezuela.
La Copa América dispondrá de una prórroga de treinta minutos -dividida en dos partes de quince- en la fase de eliminatorias y no penaltis como se estableció en 1993. Además, si hay empates en la etapa de grupos, prevalecerá la mejor diferencia de goles y la cantidad.