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Finales manomanistas aplazadas, la excepción confirma que la regla es falsa

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Jon ORMAZABAL

Enfrascados en el día a día, lo más inmediato siempre adquiere tintes de extraordinario. En ese sentido, es cierto que el desarrollo de estas últimas semanas han tenido factores extraordinarios como que un pelotari, Xala, se rebele contra el poder empresarial, consiguiendo fuera de las canchas, una final que había conseguido, con todo merecimiento dentro de las mismas.

Sin embargo, una mirada al pasado suele servir, muchas veces, para contextualizar lo ocurrido y en 56 ediciones de Manomanista, ha habido aplazamientos de todo tipo, desde lesiones que llevaron la final a noviembre a renuncios, desde polémicas con el antidoping hasta problemas televisivos y empresariales que derivaron en dos campeonatos paralelos, con lo que se confirma que, lo que en otros ámbitos puede ser la excepción que confirma la regla, en pelota no es tal porque ni siquiera existe esa regla.

Un evento con soluciones de todo tipo

1944 Aunque Felipe disputó la final del torneo, el subcampeón del mismo fue Atano VII, ya que los pelotaris y la Federación llegaron a un acuerdo por el cual los tres primeros clasificados se decidirían en virtud de dos partidos, la semifinal Atano VII-Felipe y la final Atano III-Felipe. Al perder Felipe ambos partidos; Atano III fue declarado campeón y Atano VII subcampeón.

1953 Gallastegi renunció a jugar la final por discrepancias económicas con la Federación española y por celebrar el torneo anualmente y no cada dos años como hasta entonces.

1972 Lajos no se presentó en la final tras no concederle el aplazamiento solicitado por problemas musculares.

1999 Hubo dos campeonatos y dos campeones (Eugi y Beloki) por la falta de acuerdo entre Aspe y Asegarce.

1969 Retegi I 22 / Atano X 8 La primera txapela para un pelotari navarro se dio en noviembre

Aunque a partir de entonces el dominio navarro en la especialidad ha sido abrumador, la primera txapela del Manomanista para un pelotari de Nafarroa coincidió con el primer aplazamiento en la gran cita pelotística de cada temporada.

Si lo ocurrido este año con Xala nos parece rocambolesco y alrevesado, qué decir de lo ocurrido a finales de la década de los 60, con Luciano Juaristi, Atano X y Juan Ignacio Retegi como protagonistas. En la semana previa a la final, fijada para el 5 de junio, el delantero de Azkoitia sufrió un fuerte tirón en su pierna izquierda. Lo que, en principio, iba a ser un aplazamiento de 15 días, terminó alargándose hasta el 30 de junio, después de una recaída de Atano X cuando parecía totalmente restablecido.

Finalmente, tras una nueva polémica porque la final coincidía con el tradicional festival de San Andrés en Eibar, la final terminó jugándose en Bergara y fue la última de Atano X. Tras tanta espera, la final resultó decepcionante, ya que el de Eratsun se impuso con un claro 22-8. El navarro fue superior en el peloteo y además fue el precursor de ese juego de aire tan de moda estos días. «En una de esas voleas la pelota le pasó por arriba a Atanillo, le miró a su tío como diciéndole aquí no hay nada que hacer», recuerda Juan Ignacio de una final que dio inicio al dominio de él y Lajos en la especialidad.

1993 Retegi II 22 / Galarza III 19 el último título del de eratsun dio pie a una novela

Ladis Galarza había conseguido el título en los dos años anteriores, por lo que Julián Retegi tuvo que ganarse la opción de plantarse en la final. En semifinales se las tuvo que ver con Fernando Arretxe, en un partido durísimo jugado el 6 de junio, en el que el de Eratsun terminó imponiéndose 22-18 tras sufrir un tirón en los abductores.

Pero además, también terminó con su derecha tocada y la disputa de la final se retrasó. «Aplazar esos veinte días la última final con Retegi me hizo polvo. Perdí el punto de forma, la chispa. Pero lo comprendo y estoy a favor de los aplazamientos», señaló el de Baraibar recientemente. Julián Retegi terminó calándose su decimoprimera y última txapela individual en una épica final que dio pie a una novela: «Mano a mano. Anatomía de una gran final», de Iñaki Bidegain.

1994 Arretxe 22 / Errandonea 12 El callo de arretxe llevó la final a fiestas de gasteiz

Tras la despedida de Julián Retegi del campeonato más importante de la temporada, se cambió el formato del Manomanista y el campeón dejó de tener asegurado un puesto en la final del año siguiente. Para esta edición del individual, las empresas se decantaron por un sistema de liguilla y las manos de Fernando Arretxe lo pagaron.

Al de Luzaide se le abrió el callo de su mano derecha y la final fue retrasada. En la espera, a Errandonea también se le estropeó la mano y la final se jugó en el mes de agosto, en Gasteiz, en plenas fiestas de La Blanca. Según recuerda Iñaxio Errandonea, el otro finalista, la gente no respondió como se esperaba y el Ogeta, que no volvería a albergar una final del Manomanista en 16 años, estuvo medio vacío. La final que supuso el inicio de un ciclo fue para Arretxe por 22-12.

1998 Beloki 22 / Eugi 13 la edición más convulsa terminó dando dos Manomanistas

Sin duda, fue el año más convulso, ya que a la lesión de Patxi Eugi -tuvo un hematoma en su mano derecha-, que forzó el aplazamiento, se unieron un cúmulo de líos empresariales que terminaron llevando la final a un 22 de noviembre.

El mundo de la pelota había sufrido un vuelco en sus estructuras tras la irrupción de Aspe en el mundo profesional y los líos empresariales y televisivos tuvieron una incidencia directa en esta final. Recuperado Eugi, la final se aplazó primero para que cada empresa atendiera sus compromisos estivales y la falta de acuerdo por los derechos televisivos terminó montando un lío increíble que terminó con la final en noviembre y la decisión salomónica de que la emitiera TVE. Beloki ganó y al año siguiente cada empresa organizó su propio Manomanista.

2002 Barriola 22 / Beloki 3 otro año en revuelto; del antidoping de Goñi al hematoma de beloki

La última final manomanista disputada por Rubén Beloki también llegó tras un campeonato especialmente convulso. El entendimiento entre las dos empresas ya era un hecho, pero los problemas surgieron por donde nadie podía imaginar.

El tsunami llegó en semifinales, cuando ASPE decidió, de manera unilateral, apartar a Mikel Goñi del partido que debía jugar ante Rubén Beloki, alegando que dudaban que el pelotari pudiese pasar el control antidoping. Tras el consiguiente escándalo, y que el de Burlata no tuvo que jugar en semifinales, la final tuvo que suspenderse debido a que Rubén Beloki se vio obligado a pedir el aplazamiento, tras amanecer con la mano derecha totalmente hinchada tras un entrenamiento con Patxi Ruiz. En la final, Abel Barriola le barrió por 22-3.