La escalada de descalificaciones y la agitación ultra ha entrado en una fase incontrolable. La nominación de Donostia como Capital Europea de la Cultura en 2016 ha abierto la caja de los truenos y desde las televisiones de la anticonstitucionalidad manifiesta, desde la más absoluta radicalidad fascistoide y totalitaria, los que están invocando al golpismo de una manera verdaderamente infame y sin que autoridad alguna mueva un informe o un considerando en su contra, están dando el paso siguiente en su estrategia de la tensión para que, por un lado se anule la denominación y, de paso, se aproveche para ilegalizar a Bildu ya.

Con mucha afición la noche del martes me subí en el potro desbocado del franquismo más impresentable. En Intereconomía, como eran pocos, necesitaron de Federico Jiménez Losantos que está como un cencerro. Es un personaje absolutamente desquiciado, un peligro público, un faltón, un arrepentido, un salvaje descalificador de sí mismo. Por cierto, en esta cadena su tiro al pichón era contra Bono, una pieza que han mordido y no dejarán escapar. Pero llegó el momento de lo de Donostia, y entonces, sus majaderías fueron un torrente despojado de cualquier tipo de complejo. Si cualquier vasco dijera una milésima parte de lo que dicen estos bestias sobre el Tribunal Constitucional y sus miembros, estarían empurados. Pero ellos tienen bula. Ellos pueden decir lo que les pasa por los testículos, que son inmediatamente comprendidos, alabados, aplaudidos. Y como son tan demócratas, en el Toro Azul, no tienen ni contrapeso tertuliano.

Que es lo que intentan simular en Veo 7 con ese personaje que conduce, inmolándose, la tertulia; Carlos Cuesta es un presentador impresentable. No es que sea parcial, es fanático, pero colocan contrapesos, gente algo discrepante. Pero ellos, los franquistas sobrevenidos, tienen más tiempo, más focos, más insultos. Y todo por algo que es para reforzar la integración, la supuesta españolidad de Donostia. No se enteran de nada. Pero hay más cadenas televisivas o cadenitas con ganas de hacerse un hueco en las prietas filas, La 10 y 13 TV. Mienten más que hablan. Pero ahí está Belloch con Roldán para arreglarlo.