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La ofensiva talibán se intensifica y alcanza un lujoso hotel de Kabul

La ofensiva talibán se intensifica a medida que se acerca el inicio del repliegue de tropas extranjeras y en su último ataque ha alcanzado un lujoso hotel de Kabul, escenario habitual de encuentros de altos cargos afganos y extranjeros y supuestamente uno de los lugares más protegidos. El asalto de nueve kamikazes al hotel Intercontinental y varias horas de combates dejaron 21 muertos.

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El ataque de kamikazes talibanes fuertemente armados a uno de los mayores hoteles de Kabul en la noche del martes, al que siguieron varias horas de combate, se saldó con la muerte de 21 personas -diez civiles, dos policías y los asaltantes-.

El asalto, en pleno corazón de una capital transformada en un terreno atrincherado, contra un edificio supuestamente bien protegido, demuestra otra vez que la insurrección de los talibanes se intensifica en el momento en que Washington acaba de anunciar el adelanto de la retirada de tropas extranjeras de Afganistán, en principio prevista para el fin de 2014.

«Ocho terroristas atacaron el Intercontinental a las 23.00 y la operación terminó a las 3.00, después de que se mató a todos los terroristas» indicó el portavoz del Ministerio de Interior, Seddiq Seddiqi. Pero un noveno atacante hizo estallar otro artefacto cinco horas después matando a un ciudadano español, piloto de una compañía aérea turca.

Seddiqi añadió que nueve civiles afganos, en su mayoría empleados del hotel, y dos policías fallecieron, y otras 18 personas resultaron heridas.

Helicópteros de combate de la fuerza internacional de la OTAN (ISAF) participó en los combates, utilizando, sobre todo, armas ligeras contra los talibanes, según uno de sus portavoces, el comandante Tim James.

«Algunas explosiones fueron provocadas por los propios asaltantes que hicieron estallar sus bombas, y otras por los disparos desde los helicópteros que alcanzaron los cinturones con explosivos que portaban los asaltantes. Dos soldados de las fuerzas especiales neozelandesas, que acudieron como refuerzo, resultaron levemente heridos, según el Ejército de Nueva Zelanda.

Los talibanes no llegaron por la carretera principal, repleta de controles, sino ascendiendo la colina en cuya cima se sitúa el hotel, según la policía.

Numerosos responsables afganos se encontraban el martes por la noche en el hotel. Debían participar hoy en una conferencia en el marco de la transferencia progresiva de la responsabilidad de la seguridad del país de las fuerzas de la OTAN a militares y policías afganos, proceso que prevén completar a finales de 2014 .

Un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, reivindicó el atentado en una llamada de teléfono a la agencia France Press, asegurando que sus combatientes habían matado a 50 clientes del hotel, entre ellos extranjeros y responsables afganos, y tomado cerca de 300 rehenes. «He visto cinco o seis hombres de civil irrumpir en el hotel disparando. Rápidamente me he echado al suelo y poco después ha llegado la policía», relató un testigo, Sayed Hussain. Al menos se registraron cinco explosiones durante el ataque, además de intensos tiroteos. El hotel se encontraba a oscuras, ya que la electricidad fue cortada en toda la zona.

El hotel Intercontinental es uno de los más conocidos en la capital afgana y acoge regularmente reuniones de responsables afganos y extranjeros. Las medidas de seguridad en los hoteles de la ciudad habían sido reforzadas tras el ataque que en 2008 causó siete muertos, tres de ellos extranjeros, en Serena, otro establecimiento de lujo de la capital. El atentado se produce cuando faltan unas semanas para que empiecen a retirarse parte de los casi 140.000 soldados occidentales que apoyan al gobierno de Kabul.

Pese a la insistencia de Washington y de la OTAN en repetir que las fuerzas internacionales «ha roto el impulso» de los talibanes estos últimos meses, estos últimos multiplican las acciones de guerrilla y los atentados en todo el país, centrándose en objetivos cada vez más relevantes, incluso en el centro de provincias hasta entonces alejadas de la guerra.

Obama: «Kabul es más segura»

En el mismo sentido, el presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó ayer que Kabul es ahora «mucho más segura» que en el pasado, a pesar del ataque contra el hotel Intercontinental y de que advirtió de que atentados de este tipo se vana volver a producir.

«Kabul está mucho más segura que antes y las fuerzas afganas en Kabul están mucho mejor preparadas de lo que lo estaban. Esto no significa que no habrá más ataques como este. Eso va a seguir un determinado tiempo. Nuestro trabajo no ha terminado», afirmó en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

De esta forma, defendió su plan de repliegue de tropas, aunque para no parecer demasiado optimista señaló que el ataque demuestra que «los talibán siguen activos» y que «Afganistán es un lugar peligroso».

También la OTAN vio en el atentado signos de que la transferencia de la seguridad puede llevarse a cabo al elogiar la acción de las fuerzas afganas. La Alianza Atlántica lamentó «la pérdida trágica de vidas» en el atentado perpetrado por los talibanes y afirmó que «las fuerzas afganas han hecho un trabajo muy bueno y admirable para liberar el hotel. La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) sólo tuvo un papel de apoyo. El apoyo directo consistió en un helicóptero, con otros medios», explicó la OTAN en un comunicado.

La Alianza reconoció que el ataque de los talibán fue «complejo y deliberado» con «potencial para ser un incidente mucho más serio» y quiso subrayar que la respuesta de las fuerzas de seguridad afganas «demuestra su habilidad para reaccionar y enfrentarse con incidentes de seguridad en Kabul».

ONU: «Violencia en aumento»

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, puso una visión más pesimista y alertó del aumento de la violencia registrado en el último trimestre en Afganistán y señaló que garantizar la seguridad de los efectivos de la ONU en el país es «cada vez más complicado».

El número de incidentes violentos en Afganistán se ha incrementado en el 51% en los últimos tres meses respecto al mismo período de 2010 y por su causa se contabilizan 2.950 víctimas, señaló Ban en su último informe al Consejo de Seguridad, distribuido ayer, sobre la situación que atraviesa el país asiático.

«La mayoría de los incidentes consistieron en enfrentamientos armados y detonaciones de artefactos explosivos improvisados. Los atentados suicidas aumentaron considerablemente desde marzo de 2011 y sumaron 17 en abril, entre ellos cinco atentados complejos, más que cualquier mes de 2010», detalló el secretario general.

Los datos que maneja la ONU, según Ban Ki Moon, señalan que el número total de víctimas provocadas por la violencia son 2.950 (1.090 muertos y 1.860 heridos), lo que equivale a un aumento del 20% respecto al mismo periodo de 2010.

Escándalos y fraudes deslegitiman a Kabul

A pocos meses de la retirada occidental, el Estado afgano no soluciona sus debilidades, tanto en el campo de la seguridad como en la gestión, con casos que afectan directamente al presidente, Hamid Karzai, el del Kabul Bank y la paralización del Parlamento. El lunes el Gobernador del banco se refugió en Estados Unidos, afirmando que su vida corría peligro en Afganistán por haber denunciado a personas cercanas al poder en el escándalo del primer banco privado del país, al borde de la quiebra desde otoño. Sus directivos están acusados de desvío masivo de hasta 900 millones de dólares. Varios próximos a Karzai son accionistas, entre ellos su hermano Mahmud Karzai, con un 7%, y un hermano de su vicepresidente, Mohamad Qasim Fahim.

Al tiempo que la imagen del Ejecutivo se deteriora, el Parlamento surgido de las elecciones del 18 de setiembre también pierde legitimidad, paralizado por el cuestionamiento de los comicios marcados por un masivo fraude. El jueves un tribunal especial nombrado por Karzai invalidó la elección de 62 de los 249 diputados, a los que la Comisión Electoral Independiente otorgó sus escaños. La comisión rechaza la legitimidad del tribunal y acusa a Karzai de buscar modificar el resultado electoral. Los diputados afectados han anunciado su intención de recurrir incluso a la ONU, mientras Karzai advierte de que considera toda «interferencia extranjera una violación de la soberanía nacional». GARA

español muerto

En el atentado falleció el piloto español Antonio Planas, que trabajaba para la aerolínea turca Saga. Planas murió cuando el último kamikaze que quedaba en el edificio detonó sus explosivos cuando ya se había dado por terminada la operación. El domingo murieron dos militares españoles al explosionar un artefacto al paso del vehículo blindado en el que viajaban.

liberados

Los periodistas franceses Stéphane Taponier y Hervé Ghesquière, así como su intérprete Reza Din, que habían sido secuestrados el 30 de diciembre de 2009 en Afganistán, fueron liberados ayer y se espera su llegada hoy al Estado francés.

Robert Gates deja sus funciones al frente del Pentágono

El secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, deja hoy sus funciones, en las que su discrección ha concitado el consenso de los militares y políticos de EEUU. Tras haber participado en dos guerras y servido a ocho presidentes, desde la CIA al Consejo de Seguridad Nacional y el Pentágono, dice poner fin ahora a su vida pública. Nombrado por George W. Bush a finales de 2006 en los días más oscuros de la guerra en Irak para suceder al controvertido Donald Rumsfeld, es el primer secretario de Defensa prorrogado por un presidente de otro partido político.

Sedujo con su franqueza al reconocer ante el Congreso que Estados Unidos no estaba ganando la guerra en Irak y organizó un refuerzo de los efectivos en el país. Cuando Barack Obama llegó a la presidencia, con su credibilidad en materia de defensa puesta en duda, lo mantuvo en su puesto para llevar a cabo una nueva estrategia de envío de refuerzos a Afganistán con 30.000 soldados más. Deja su puesto sin conocer la salida de este conflicto, ya que los primeros efectivos regresarán este verano.

Exhibió una sensibilidad exacerbada en estas guerras, con sus ojos empañados a menudo cuando se dirigía a los militares en el terreno y recordando constantemente que su prioridad es protegerlos y que tengan todo lo que necesiten aunque ha tenido que escribir miles de cartas a las familias de los soldados muertos.

Aunque Washington lo considera el secretario de Defensa más influyente después de Robert McNamara, con John F. Kennedy, no siempre ha concitado este consenso y bajo la presidencia de Ronald Reagan, trabajando para la CIA, se vio implicado en el caso Irangate. GARA

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