Los cinco sindicatos con representación en el comité de huelga de Metro Bilbao (ELA-CIM-UGT-LAB-ESK) ofrecieron una rueda de prensa conjunta para explicar los pormenores del conflicto que mantienen con la dirección, y que les ha llevado a protagonizar numerosos paros durante las últimas semanas.

El meollo de la cuestión radica en el número de conductores y supervisores necesarios para ofrecer con seguridad un servicio de calidad, teniendo además en cuenta las inauguraciones de las estaciones de Ariz y Basauri. Para los representantes de los trabajadores, será necesaria «una plantilla de 167 conductores y 182 supervisores», lo que suma un total de 349 personas.

En su exposición, situaron el origen de los actuales problemas en la llegada de Iñaki Prego como nuevo consejero delegado, a principios de 2010. Desde entonces, la plantilla se ha visto reducida mientras que «en los cargos de jefaturas, direcciones e incluso gerencia los puestos se han duplicado».

Por aquellas mismas fechas, había un grupo de 50 personas en periodo de formación, de las que nada más se supo. «Creemos que son una simple lista en el cajón de algún directivo, ya que no se ha realizado ningún tipo de contratación ni se les ha comunicado nada», apuntaron.

Las medidas de reducción también han afectado a quienes trabajaban con carácter eventual con el compromiso de la empresa -roto posteriormente- de pasar a un contrato fijo. «Actualmente cerca de ochenta personas se encuentran en esta situación».

En octubre de 2010 se intentó alcanzar un acuerdo para definir la plantilla, pero en el documento firmado por las partes no se explicitó una cifra concreta, sólo que se mantendría la plantilla existente en ese momento.

A partir de entonces «la dirección se enquista en decir que en aquellas fechas se funcionaba con 158 conductores y 173 supervisores de estación, sin embargo los turnos de trabajo de estos colectivos demuestran que las cifras reales son 162 conductores y 178 supervisores».

Por ello, el comité de huelga subrayó que ahora no va a firmar ningún acuerdo «que no explicite claramente el número de personas que deben conformar la plantilla, así como su fecha exacta de incorporación a la misma».

Otras demandas

Al margen del conflicto en torno al número de trabajadores necesarios para el buen funcionamiento del servicio, explicaron que sobre la mesa de negociaciones han colocado otras demandas en torno a «la semana 17ª por paternidad, los permisos por acompañamiento a familiares, los bonus por objetivos, las modificaciones de turnos de conducción, el dejar estaciones sin personal durante el servicio y el obligar a conductores y supervisores a trabajar en fechas no consideradas como evento».

El comité pidió a los usuarios, «los más perjudicados», que «tengan paciencia», y anunciaron que si no hay acuerdo las protestas y paros parciales seguirán durante julio y hasta la Aste Nagusia en agosto.