Rechazó todo un Inter de Milán por coger las riendas de un caso único en el fútbol mundial que diría «L´Equipe». Había dado su palabra al Club de San Mamés y él es, como pocos, un hombre cuya trayectoria por sus palabras es conocida. Marcelo Bielsa (Rosario, 1955), el Loco más cuerdo del mundo del fútbol, que diría alguno, gobernará el vestuario rojiblanco a partir del 11 de julio si su avalista Josu Urrutia gana las elecciones del próximo jueves. «Es uno de los siete u ocho mejores entrenadores del mundo», enarboló ayer el candidato deustuarra al confirmar lo sabido desde hace días y después de que ya no tuviera sentido esconder más su apuesta para el banquillo.

El nombramiento del ex seleccionador chileno llega para evitar que las críticas lanzadas horas antes por García Macua hacia su capacidad para dirigir a los rojiblancos se expandieran como las ondas de un charco. Y Urrutia incidió en una idea que puede calar entre los aficionados y socios: «Las virtudes de Bielsa y las necesidades del Athletic encajan como un guante».

Una apuesta seguramente arriesgada, pero que para toda esa parte de la masa social del Athletic que cree que el ciclo de Joaquín Caparrós ha tocado a su fin y que ya no puede sacar más jugo al enorme potencial de la actual plantilla, Bielsa puede ser el Javi Clemente de los ochenta que imprima no tanto ese salto de calidad al equipo sino el carácter ganador y competitivo que cualquier club necesita para alcanzar ilusionantes objetivos.

De momento, entre Urrutia y Bielsa vale la palabra dada, no hay nada firmado. Y su apuesta sería para un año. «Es una persona que impacta y que enriquece», admitió el ex capitán, quien enmarcó su elección en «una respuesta diferente para un club diferente». Y echó mano de su `sabiduría' rojiblanca para defender que «el Athletic debe arriesgar; para mejorar es necesario arriesgar», recordando los consejos que de joven escuchaba del inolvidable Piru Gainza. «Bielsa es un ejemplo de los valores» que promulga su candidatura, sentenció.

Urrutia, ayer, argumentó, pero también se defendió. No se mordió la lengua esta vez y respondió a las aceradas críticas de Macua acerca de la supuesta ignorancia del técnico argentino sobre lo que es el Athletic y su plantilla. «Si alguien duda de la capacidad y el prestigio de este hombre, le recomendaría que se informase un poco», le replicó. «Si alguien piensa eso es que no tiene cultura futbolística», dejó por una vez Urrutia su modélico silencio a un lado.

¿Les parece poco recado a Macua? Pues ahí fue otro: «Sólo garantizamos que con Bielsa el Athletic va a salir a ganar siempre, porque es un entrenador que quiere ser protagonista, que quiere que sus equipos sean protagonistas y que no especulen demasiado».

Y por si fuera poco, aún le quedaba en la recamára un `perdigón' más al aconsejar a la plancha rival que «la arrogancia es mala consejera para la mejora y es un fracaso del ser humano. La humildad, la ilusión y la ambición, bien hermanadas, son buenas y necesarias para todos los proyectos y para todos los equipos».

Amorrortu, Ziganda, Larrazabal...

Pero el organigrama deportivo que acompaña a Urrutia no sólo se llama Marcelo Bielsa. Otro nombre propio -e igualmente cantado desde hace fechas- es el de José Mari Amorrortu, que tras rescindir esta semana su contrato con el Atlético de Madrid, regresaría al Athletic para ser el director deportivo, con responsabilidad sobre el primer equipo y sobre Lezama, si bien la intención de Urrutia es mantener a Javier Irureta.

Otra confirmación es la del ex jugador del Athletic José Ángel Cuco Ziganda, quien sería el responsable del centro de alto rendimiento y el entrenador del Bilbao Athletic. Un ex compañero y buen amigo de Urrutia, como es Aitor Larrazabal, que esta temporada ha sido entrenador del Lemona, se encargaría de coordinar los procesos de mejora.

El staf lo completa Ignacio Palacios Huertas, `futbolero' y catedrático económico en la London School of Economics, como asesor de dirección deportiva en calidad e investigación y observatorio de sistemas y datos.