Los alumnos de la Escuela de Arquitectura de la Architectural Association (AA) y del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC), son estudiantes multidisciplinares; trabajan el diseño, la arquitectura, la robótica, el comportamiento de diferentes materiales... Así, diez proyectos de estos estudiantes se han reunido en el museo donostiarra San Telmo bajo el título de «(Fab)Bots», donde exploran la continuidad entre el diseño y la fabricación digital mediante la invención, el desarrollo y la programación de máquinas de fabricación personalizada.

«Estamos trabajando, a nivel experimental, en nuevas maneras de construir o materializar cosas», explicó Marta Malé-Alemany, comisaria de la exposición y profesora en ámbas escuelas.

De un flexo a un robot

La muestra, que se podrá disfrutar en el laboratorio del museo San Telmo hasta el próximo 11 de setiembre, la componen diez proyectos que investigan el proceso de elaboración entre el diseño por ordenador y los métodos de producción de materiales. Observando los cambios que se están dando en lo referido al clima o en el mundo de la construcción, los alumnos buscan nuevas maneras de diseñar y construir. Buscan la sostenibilidad, poder construir los edificios con materiales del lugar o con la ayuda de la energía solar.

El proyecto Fibr(H)ous(E), creado por alumnos de la Architectural Association, explora nuevas soluciones para la vivienda provisional basándose en el concepto de una bobinadora de filamentos fácil de transportar y que permite construir in situ.

Digital Vernacular explora un sistema de diseño para la implementación de viviendas in situ, basado en un innovador método de construcción que utiliza dispositivos de control numérico para depositar materiales tipo pasta, como la arcilla.

Los montículos que construyen las termitas demuestran que los sistemas organizados funcionan mejor colectivamente. Este comportamiento ha sido estudiado y se ha simulado por ordenador en el Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalunya y, como consecuencia, se ha creado «Mimicry». Estos pequeños robots se comportan de igual manera que los insectos, sólo saben que no pueden chocar entre ellos. En las jeringuillas llevan un depósito de acetona que permite desintegrar la espuma de poliuretano y darle diferentes formas.