El disco llega después de un tiempo en silencio.

Son tres años. Éste es mi disco número quince y siempre tardo dos o tres años de uno a otro.

Dice que ha supuesto un punto de inflexión en su carrera.

He hecho un cambio total de lo que he hecho hasta ahora. Ahora es más José Antonio que La Otxoa. Son canciones más difíciles, menos folclóricas, menos de doble intención, más serias... de un cabaret mucho más importante.

¿Qué diferencia destacaría, entonces, de lo que ha hecho anteriormente?

Son números uno de la historia de la música. Canciones que hay tener mucha garganta para cantarlas. Son más serias, no son tan divertidas, es otro tipo de cabaret. Tienes por ejemplo, a «La mamá», de Aznavour; «Lisboa Antigua» de Amalia Rodrigues...

¿Por qué ahora?

Era algo que quería hacer, pero me lo impedía el personaje. Las señoras querían la risa fácil y esto era algo más serio.

¿Está diciendo que ha terminado la era de La Otxoa?

No, no... eso no puede terminar nunca. Dentro del espectáculo aparecerá, pero José Antonio va a tener mucho más protagonismo.

¿Qué espectáculo plantea para los directos?

Va a ser una combinación de los dos. Habrá tres etapas distintas en el espectáculo, con tres Otxoas diferentes. Con José Antonio, con La Otxoa, y otra Otxoa más folclórica, reivindicando la copla.

Tras el cambio, ¿qué reacción espera de sus fans?

Toda la gente que ha tenido la oportunidad de escuchar el disco, le ha encantado.

¿Tiene alguna fecha prevista?

En noviembre empezaremos a presentarlo en teatros. Ya está atado el Arriaga.

¿En verano, nada?

En verano, descansar.