El Tour vivió ayer en el circo romano de Puy du Fou la presentación de los equipos participantes en la prueba más espectacular desde que ASO eligió el formato de Grand Depart. El acto fue elogiado por todos los asistentes y estuvo marcado por la sonora pita con la que fue recibido Alberto Contador cuando empezó a aparecer el equipo Saxo Bank desde el subsuelo.

Ni cuando Armstrong era mal visto por los franceses se vivió algo parecido. Cuando el presentador pronunció el nombre del corredor cuyo triunfo del 2010 está pendiente de la resolución del TAS sobre su caso de positivo por clembuterol, la mayoría de espectadores comenzó a pitar y el madrileño respondió con una sonrisa forzada.

Se podían esperar algunos pitos porque los franceses tampoco le tenían en estima por la forma en que ganó el Tour tras aprovechar un problema mecánico de su favorito Andy Schleck, pero la pitada fue generalizada y contrastó con la mayor ovación con la que fue recibido el Leopard y el pequeño de los dos hermanos luxemburgueses.

Contador y Andy no hablaron

Contador no se refirió a lo sucedido en las breves palabras que pronunció mientras algunos aplausos intentaban contrarrestar los pitos y luego él y Andy Schleck fueron los únicos ciclistas importantes que no quisieron atender a los medios para hablar de lo sucedido, que invita a pensar que va a ser una tónica entre unos seguidores que ya con anterioridad transmitían antipatía por el madrileño y simpatía por el luxemburgués.

Eso va a aumentar y a Contador le espera un Tour difícil en lo externo, porque no parece que los periodistas franceses vayan a reconducir la situación. A muchos corredores les preguntaron su opinión sobre la presencia de Contador en el Tour y la mayoría se mostraron respetuosos porque tiene el derecho de participar mientras no resuelva el caso el TAS.

Sobre los pitidos a Contador, Frank Schleck vino a romper una lanza en favor del madrileño al declarar que «creo que no somos nosotros ni la gente los que debemos manifestarnos, porque él está aquí. Eso quiere decir que puede correr y ya se verá lo que pasa después».

Hoy los hermanos Schleck darán una rueda de prensa y habrá que ver cuál es el mensaje que transmiten al público que mayoritariamente les va a apoyar y va a estar en contra de Contador. Su relación con el madrileño no es la misma que la que tenían hasta el pasado Tour, pero probablemente intentarán evitar que este fenómeno se agrande porque tampoco les ayudaría en el conjunto del pelotón.

La mejor presentación

Aunque la pitada a Contador y la ovación a Andy Schleck eclipsó el resto de la presentación, la organización del Grand Depart del Vendée realizó el mejor acto de apertura de Tour que se recuerda. El entorno elegido ayudaba porque el Parque de Puy du Fou es precioso, con diferentes espacios que permiten remontarse siglos atrás, pero un circo romano repleto de aficionados resultó el escenario ideal.

La organización cifró en 10.000 las personas que pagaron los treinta euros que cuesta acceder al parque de Puy du Fou y la mayoría acudieron al teatro romano para ver cómo los equipos llegaban al escenario llevados en carruajes, acompañados de romanos o surgían desde el subsuelo mientras desaparecían del escenario las diferentes atracciones organizadas.

Ciclistas como Hincapie, que iguala el récord de Joop Zoetemelk de 16 participaciones en el Tour, señalaban que nunca habían visto una presentación tan espectacular. Además la organización del acto resultó perfecta, con espacios acotados para que los ciclistas pudieran moverse por el parque con tranquilidad.

Destacaba la limpieza, en todo el recinto no se veía ningún papel, ni un plástico, ni nada en el suelo. Todos además respetaban la cantidad de bolsas para reciclar por una parte las latas, por otra las botellas de plástico y en una tercera el resto de residuos.

La jornada no deparó mayores novedades. Los 198 inscritos podrán tomar la salida mañana en la primera etapa que llevará a los corredores desde el paso de Gois, que sólo se puede atravesar con marea baja, hasta el Mont des Alouettes, final en ligera subida ideal para un corredor fuerte como Thör Hushovd.