Mike Mills, no confundir con el bajista del grupo R.E.M., es uno de los realizadores de videoclips que mejor ha sabido adaptarse al lenguaje cinematográfico. Lo demostró hace diez años con el documental «Paperboys», en el que glosaba la figura tan típicamente norteamericana del repartidor de periódicos. Su ópera prima «Thumbsucker» fue una adaptación de la novela de Walter Kirn sobre los complejos juveniles, en la que el protagonista era un chico que se seguía chupando el dedo a pesar de estar a punto de cumplir los 18 años. Ahora se ha sentido ya preparado para hacer un segundo largometraje más personal y de carácter autobiográfico, ya que habla de la especial relación con su padre.

Tratándose de un tema privado, relacionado con su familia, presentaba una gran dificultad a la hora de elegir los intérpretes que más se pudieran identificar con la historia. Mike Mills pensó en Ewan McGregor y Christopher Plummer para encarnar al hijo y al padre. Para prepararles les entregó material documental, recuerdos, escritos, fotos y filmaciones caseras. Luego, en el montaje de la película se han integrado imágenes de archivo que contextualizan la ficción, conectándola con la realidad histórica.

El argumento de «Beginners» parte del presente, cuando el protagonista inicia una relación de pareja con una chica irreverente e impredecible interpretada por la francesa Mélanie Laurent, descubierta internacionalmente por Tarantino en «Malditos bastardos». La incertidumbre de la recién iniciada convivencia hace que piense en sus padres, sobretodo en su progenitor, fallecido pocos meses atrás.

El padre no reveló su homosexualidad hasta cumplidos los 75 años, y sólo cuando su esposa hubo fallecido tras cuatro décadas casados. Es entonces cuando se conoce la existencia de un amante más joven, al que da vida el croata Goran Visnjic. También se sabe que el hombre está aquejado de un cáncer terminal, por lo que intenta en los pocos años de vida que le quedan disfrutar plena y libremente de su opción sexual.

«Beginners» es una película conmovedora, cuyo tono melancólico no impide una viva reflexión sobre el saludable ejercicio de la memoria. A través de los recuerdos el protagonista intenta recomponer la historia familiar desde un nuevo punto de vista.