Noruega está de racha en el Tour y ayer colocó en el podio a sus dos únicos participantes en la prueba. Son pocos, pero de alta calidad y representan el presente y el futuro de su ciclismo. Con 24 años recién cumplidos, Edwald Boasson Hagen ganó su primera etapa en el Tour por delante de Goss y su compatriota Thör Hushovd acabó tercero y mantiene el maillot amarillo.

Ganar en el Tour era lo que necesitaba el corredor del Sky. Acumula pese a su juventud ya 53 victorias como profesional, pero le faltaba un gran triunfo que reflejara la calidad que mostró ya con 19 años y cuatro meses al ganar tres etapas en el Tour del Porvenir del 2006. Ese año y el siguiente corría en el Team Maxwo Bianchi, con el que logró 23 victorias que le llevaron al HTC Columbia.

En el equipo de Cavendish confirmó su clase con siete victorias en 2008 y trece en 2009, entre las que destacó la Gante-Wevelgem. En 2010 recaló en Sky. Con el equipo inglés no ha logrado tantos triunfos, pero ha demostrado su progresión y mejora en todos los terrenos. Contrarrelojea bien, sprinta y en la Dauphiné ha sido uno de los mejores apoyos de Wiggins en la alta montaña.

Sólo le faltaba un triunfo de calidad y lo consiguió ayer en una etapa dura por la lluvia y larga en la que la subida de 1,3 kilómetros al 6,3% resultó demasiado para Cavendish. No para Boasson Hagen, que cogió la rueda de su compañero Thomas -el maillot blanco del Tour- y lanzó desde lejos un sprint con su gran potencia que no pudo resistir Thör Hushvod.

Frío y lluvia

El sprint concentró la atención de una larga etapa en la que aparecieron la lluvia y el frío. Nada más salir cayó una tormenta en Dinan, donde apenas había 14 grados de temperatura, y no fue la mejor manera de mentalizar a los corredores para afrontar la etapa más larga de la carrera. Máxime cuando muchos de ellos lo hacían magullados por las caídas de la víspera.

Por fortuna para todos el viento sopló a favor de los ciclistas y eso les permitió acabar a una media superior a los 43 kilómetros por hora sin necesidad de exprimirse. Eso permitió que se llegara a la meta en el promedio marcado a pesar de la precaución del pelotón, que se tomó como primer objetivo evitar las caídas, especialmente en las zonas donde había pintura.

Sólo Leipheimer, que también se había caído el día anterior, se deslizó en una línea blanca que delimitaba la carretera a falta de poco más de cuatro kilómetros para la llegada, cuando la carrera estaba lanzada, lo que provocó que perdiera más de un minuto. Radio Shack afrontaba el Tour con cuatro líderes y en dos días se ha quedado sin Brajkovic, con la clavícula rota, y el reciente ganador de la Vuelta a Suiza perdió un minuto valioso.

Hasta la caída de Leipheimer, la etapa no deparó más que la lucha por la regularidad y por la montaña, que fue la que llevó a Vacansoleil a lanzar por delante a Hoogerland y Westra junto a Malori (Lampre), Roux (FDJ) y Duque (Cofidis). Llegaron a tener más de once minutos de ventaja, pero no se entendieron -el francés acusaba a los Vacansoleil de limitarse a asegurarse el maillot de la montaña de Hoogerland y de dinamitar la fuga al atacar Westra- y la diferencia decreció rápido. El que mas aguantó fue el campeón italiano contrarreloj, que fue cazado a dos kilómetros de meta.

Entonces comenzó el repecho en el que atacaron Vanendert y Voeckler. Luego lo intentó Vinokourov, pero Thomas demostró su buen momento de forma al coger la cabeza del pelotón y lanzar un sprint que llevó a Boasson Hagen a su mejor triunfo.