Los sindicatos UGT y CCOO, así como STC-UTS (Sindicato de Trabajadores de Comunicaciones) acordaron ayer con la dirección de Telefónica el Expediente de Regulación de Empleo que supondrá la eliminación de 6.500 puestos de trabajo en telefonía fija -unos 800 en Hego Euskal Herria- pese a haber incrementado sus beneficios un 30,8% el pasado año, hasta los 10.167 millones de euros. Por la mañana fue aprobado el convenio colectivo para los próximos tres años, prorrogable para otros dos.

Las firmas se produjeron después de que el miércoles se celebrara el Pleno Extraordinario del Comité Intercentros de Telefónica en el que UGT, CCOO y STC-UTS se mostraron a favor de refrendar ambos acuerdos.

Telefónica destacó que el convenio para el periodo 2011-2013 representa «un ejemplo del diálogo social permanente que viene marcando las relaciones laborales de Telefónica e incluye revisiones salariales ligadas a la evolución del negocio».

Las fuentes sindicales valoraron que el nuevo ERE supondrá un «mayor esfuerzo» para la compañía, que correrá con los costes de desempleo, tal como se comprometió con el Gobierno, aliviando así de este cargo al erario público.

Los sindicatos mencionaron también como «muy positivo» tanto la mejora económica de la renta mensual realizada por la compañía y el compromiso de creación de empleo del 7% de las bajas que se produzcan con el ERE, es decir hasta un máximo de 455 empleados, así como la puesta en marcha de un programa especial con la creación de unas 4.000 becas.

UGT destacó que, aunque el ERE es a tres años, el convenio colectivo tiene una vigencia de tres años pero con posibilidad de prorrogarlo dos años más. «Lo que es tiempo suficiente para garantizar las salvaguardas de los trabajadores en tiempos de crisis», indicó.