Agentes de la Policía Municipal irrumpieron ayer por la mañana en el bar Iruñazarra, ubicado en la calle Mercaderes de Alde Zaharra de Iruñea, provocando diversos contusionados entre trabajadores y clientes. La intervención policial causó también daños materiales en las oficinas del establecimiento, ya que los agentes reventaron una de las puertas de la oficina. Además, uno de los empleados fue esposado y conducido al Ayuntamiento, aunque finalmente recuperó la libertad después de ser identificado. No se libró de la agresión de los agentes, que le propinaron diversos golpes en las costillas, tal y como relató a GARA el afectado. «Entre las 11.30 y las 12.00 horas, un policía vestido de paisano bajó al comedor tratando de entrar en las oficinas», explicaba ayer a GARA una de las trabajadoras agredidas.

Poco antes, se había producido un enfrentamiento en los alrededores del bar entre agentes municipales y personas que cumplían con la tradición de silbar a la corporación iruindarra durante el transcurso de la procesión de San Fermín. «Le hemos interceptado y retenido», señaló esta empleada. El policía, que no se identificó en ningún momento, aseguraba que uno de los participantes en el enfrentamiento se había escondido en el local. «No atendían a razones. Les hemos insistido en que no había entrado nadie en el almacén y que estábamos dispuestos a abrirles las puertas, pero su actitud era muy violenta», denunció una de las empleadas.

Después de que los hosteleros frenasen al policía, varios uniformados (que ya habían formado un cordón alrededor del establecimiento) irrumpieron en el local. Se vivieron momentos de tensión y tanto trabajadores como clientes resultaron contusionados por los golpes propinados por los agentes. Esta es la tercera ocasión en menos de dos días en la que los policías municipales irrumpen en el mítico local iruindarra.