El ganador de la etapa, Edvald Boasson Hagen, se mostraba eufórico en la llegada y explicaba los detalles de su victoria: «Me encontraba verdaderamente bien, sentía que tenía bien las piernas. Geraint Thomas -líder de la clasificación de jóvenes- ha hecho un gran trabajo para colocarme en el sprint».

«El podio ha sido excepcional -continuaba el ciclista del Sky-, ha sido un gran día para Noruega: somos dos noruegos en el pelotón [junto al líder de la general, Thor Hushovd], ¡y los dos estábamos en el podio!».

Cuando se le preguntó si había progresado respecto al año pasado, señaló que no había hecho grandes cambios en su entrenamiento: «Antes no intentaba seguir a los que se iban en los puertos, y este año lo he probado en la Dauphiné -en junio-, y me di cuenta de que podía seguirles y llegar con ellos».

Sobre Thor Hushovd sólo tenía palabras de alabanza: «Es un gran corredor, que ha ganado un montón de etapas en el Tour... Pero ahora yo también he ganado. En el futuro, espero hacerlo tan bien como él, e incluso mejor...», se despedía sonriente.

Precisamente Thor Hushovd reconoció que «tenía marcada esta etapa, pero cuando llevas el maillot amarillo gastas mucha energía, aunque tengo el apoyo de todo el equipo. Pero me he sentido un poco cansado. Es verdad que subo mejor que antes, pero no puedo aspirar a defender el maillot amarillo en una etapa como la que acaba en Super-Besse [mañana], con porcentajes de desnivel del 8%. Es demasiado duro para mí».

El mánager del Sky, Dave Brailsford, se alegró de la victoria de Boasson Hagen: «Si hay alguien que se merece nuestra primera victoria es Edvald, que ha hecho tanto por el equipo... Estoy muy contento por él. Vamos a beber una copa de champaña y después nos concentraremos en el resto de la carrera».

Contador y Samuel, satisfechos

Por su parte, Alberto Contador se mostraba satisfecho de haber acabado la etapa sin problemas, y restó importancia al percance mecánico que le obligó a cambiar de bicicleta a 30 kilómetros de meta. «Me ha costado un poco arrancar durante la primera parte de la etapa, porque cuando vas magullado estás incómodo por las heridas secas, pero luego he tenido unas sensaciones bastante buenas. En los últimos kilómetros sólo pensaba en librar las caídas, porque en algún momento no se veía nada a causa de la lluvia, y era peligroso», señaló tras la etapa.

Euskaltel también salvó una jornada muy peligrosa. En meta, Samuel Sánchez declaraba que «ha sido un día muy, muy complicado. Viento, agua, un trazado muy largo... Lo mejor es que hemos superado un día duro sin consecuencias. Aún tenemos la pena por el abandono de Iván, ha sido una mala noticia. Iba a ser un hombre importante en la montaña. Esperamos que se recupere cuanto antes y pronto vuelva a las carreteras».

Respecto a su forma, indicó que «estoy encontrándome bien, con buenas sensaciones. El equipo me está arropando en estos días tan complicados y a ver si mañana -por hoy- superamos otra jornada con gran dificultad. Esto es el Tour, aquí no hay días fáciles».

Mención especial se merece Adriano Malori, que fue distinguido como el más combativo de la jornada. «Es el día más bonito de mi carrera. Quería revalorizarme, aunque la jornada ha sido muy difícil a causa del mal tiempo. Al final, todavía me quedaban fuerzas, y he tratado de seguir en solitario, aunque sabía que en una llegada de este tipo era una misión imposible. Si hubiera tenido un minuto de ventaja... Me gustaría volver a intentarlo», recalcó.

Por otro lado, Tom Boonen parece estar sufriendo tras su caída: «Yo lo he hecho lo mejor posible, aunque sentía las consecuencias de mi caída y estoy pasando uno de los momentos más difíciles que un corredor puede sufrir después de una caída. Ahora quiero recuperar un poco las fuerzas, y espero con impaciencia el día de descanso».

Discusiones de equipo

El excelente Tour que está realizando Philippe Gilbert (Omega-Pharma), quien ha logrado una victoria y porta el maillot verde de la regularidad, se está viendo empañada por la guerra interna que parece mantener con el alemán Andre Greipel.

Al finalizar la quinta etapa, Greipel señaló que «esto no es un equipo» y Marcel Sieberg añadió que «Gilbert hizo su propia carrera y no le importó cerrar a Greipel en el sprint».

La guerra creció ayer, cuando Greipel, al ser preguntado por la pelea por la regularidad, contestó que «para mí el favorito no es Philippe, Evans ya ha conseguido muchos puntos y las etapas de montaña le favorecen. Será difícil pelearle el verde».

Todo ello llevó al director del Omega-Pharma, Herman Frison, a reunir a todos los corredores: «Salimos reforzados de la conversación. Es cierto que tres líderes son demasiados, pero Greipel, Gilbert y Van den Broeck son grandes nombres. Estamos haciendo un gran Tour y no nos tenemos que quejar».

Gilbert también quiso zanjar el tema ayer: «Respecto a las cosas que he leído tengo que decir que no tengo ningún problema con Greipel, estamos viviendo grandes momentos y hay que disfrutar. Estamos haciendo un Tour excepcional».