Familiares y amigos de las presas políticas vascas Aiala Zaldibar y Rosa Iriarte sufrieron este fin de semana un accidente de tráfico cuando acudían a visitarlas a la cárcel de Soto del Real. El vehículo en el que viajaban quedó destrozado aunque, afortunadamente, los daños personales se limitaron a heridas leves, traumatismo en un pie y el consabido susto

Se trata ya del séptimo accidente de tráfico que sufren allegados de presos políticos vascos en lo que va de año como consecuencia de la estrategia de dispersión. Etxerat denunció ayer esta situación y recordó que en los últimos 22 años se han producido ya casi 400 accidentes.

Cuando la madre y hermana de Rosa Iriarte y dos amigas de Aiala Zaldibar circulaban por Aranda de Duero, en un tramo de obras, de pronto se encontraron con un coche circulando en el mismo carril en dirección contraria. Las maniobras para evitar la colisión hicieron que el vehículo golpeara con la valla.

Los accidentados pudieron llegar a su visita gracias a la solidaridad de otros familiares y volvieron en taxi. La hermana de Rosa Iriarte se encuentra embarazada y, de vuelta a Iruñea, tuvo que ser sometida a una revisión médica para cerciorarse de que tanto ella como el feto se encontraban en buen estado a pesar del accidente.

Para denunciar estos efectos de la dispersión, se ha convocado una concentración frente al ayuntamiento de Antsoain para el próximo viernes a las 19.00.

Retirada de foto

El pasado viernes, Euri Albizu recibió un cálido recibimiento por parte de sus vecinos de Alde Zaharra, en Bilbo. Retiró su fotografía de la pared del edificio de La Bolsa.

En el acto, en el que se mezclaron reivindicación política, danzas y fiesta, se tuvo también un recuerdo para Arantza Zulueta, recientemente encarcelada de nuevo. Los concentrados participaron en una pequeña manifestación.

Por otra parte, desde Santurtzi han denunciado que la Ertzaintza irrumpió la tarde del pasado sábado en la tradicional celebración de la procesión de la virgen del Karmen, patrona de Santurtzi, alegando que se estaba realizando una concentración ilegal en favor de los presos políticos vascos, procediendo a identificar a dos personas.

Según algunos de los presentes, se vivieron momentos surrealistas y de tensión, puesto que eran miles las personas que se encontraban en el lugar cuando irrumpió la Ertzaintza.