No es habitual encontrar un futbolista que se preocupa a diario por la información. No sólo la deportiva. Ander demuestra que lleva el periodismo en sus venas, pero ha nacido para jugar al fútbol. En cuestión de semanas ha pasado del sufrimiento en Zaragoza al sueño de fichar por el Athletic. El joven Ander Herrera sigue con su preparación en el stage de La Oliva (Valencia), aguardando una temporada en la que hasta su nuevo entrenador, Marcelo Bielsa, tiene enormes esperanzas puestas en su juego.

Cualquier persona que convive con Ander lo primero que destaca es su madurez.

Es algo innato. La formación que te da tu familia, tu gente en el día a día. Es el proceso de la formación de cada uno.

¿Ayuda el fútbol?

Mucho. El fútbol tiene mucho que ver en mi vida, es una parte muy grande de ella. En hechos puntuales como los que he vivido con el Zaragoza, lo que me he jugado, la situación delicada del club... He tenido una importancia grande dentro del equipo, con muchas esperanzas puestas en mí, y a pesar de mi edad.

Eso me ha hecho madurar. En ningún caso me cargó de presión. ¡Bendita presión! Si a uno se le exige es porque se espera mucho de él.

Dice que le gusta mucho el periodismo, ¿por qué piensa que será un buen periodista?

Porque me gusta conversar de cualquier tema, estar al tanto de las cosas que pasan día a día. Leo, me intereso, pregunto. El futbolista no tiene que cerrarse en el fútbol, porque acaba. Los éxitos son efímeros. Todo pasa. Quizás no me dedique al periodismo deportivo. A pesar de que soy un cagón, me gustaría ser periodista de documentales. Me encantan los de África, de animales o el mar, la pesca de altura. Me intrigan y a la vez me dan mucho respeto.

En el campo no hay lugar para el respeto, y a su perfil de futbolista elegante le ha sumado buenas dosis de coraje.

Seguro que sí. A pesar del sufrimiento de este año voy a estar agradecido toda mi vida. Lo hablaba mucho con Javier Aguirre. Me decía que para mi futuro me iba a venir fenomenal. He crecido. Ojalá hubiese sido por estar peleando con el Zaragoza por cosas más acordes a su historia, como títulos o entrar en Europa, pero ha sido por la supervivencia del club. Era fundamental permanecer en Primera. Mi crecimiento ha ido de la mano con sufrimiento, presión y exigencia. Lo bueno es que estoy preparado para pelear por estas situaciones en el futuro.

A su fútbol, ¿le beneficia el cambio al estilo, por ejemplo, de la selección española?

Sin duda. Me gusta estar en contacto con la pelota el máximo tiempo posible. No rehuyo las exigencias defensivas, porque creo que a día de hoy el que no curra no juega. Hay pocos futbolistas que se pueden dar el privilegio de no defender. He visto hasta Messi correr tras los rivales, cómo no lo vamos a hacer los demás. Estoy muy cómodo en esta selección, pero también hay que currar.

Con el pase a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 sellado, ¿a qué deportista le gustaría conocer en la villa olímpica?

Ha costado mucho llegar hasta aquí. En su momento disfrutaremos al máximo de una experiencia tan enriquecedora como los Juegos Olímpicos. Me encantaría conocer a Rafa Nadal. Es un ejemplo de deportista.

¿Cómo se siente al dejar Zaragoza y firmar por el Athletic?

Llevo mucho tiempo en Zaragoza. Son doce años en su cantera y soy zaragocista, pero me voy a un gran club como el Athletic. Siempre lo he admirado por su filosofía. Afronto una etapa nueva que estoy deseando iniciar. Jugar competición europea en un campo como San Mamés es un paso adelante para seguir creciendo.

Y, como dice, jugará en La Catedral del fútbol...

Todavía ni he tenido tiempo de imaginar cómo será. Me encanta San Mamés. He disfrutado mucho como visitante, así que imagina cómo será de local. Por mi parte, no va a faltar nunca entrega ni ilusión.

En una Liga dominada por Barcelona y Real Madrid, ¿hay espacio para generar la ilusión de ganar títulos en otros equipos?

Es una pena la bipolaridad que existe. Esto se va a convertir en la Liga escocesa con Celtic y Rangers. Tiene que cambiar. Muchos presidentes se quejan porque no puede haber un reparto económico tan dispar con el resto de equipos. Hasta que esto cambie nos queda pelear por una Liga de 18 equipos. Intentar estar lo más alto posible y pelear al máximo.