Inaxio Arranz
Bahamas, «Zazpika» y un poco de historia
El pasado 31 de julio apareció en «Zazpika», la revista que GARA reparte cada domingo, un reportaje sobre las islas Bahamas en el que se hacía un repaso sobre su historia pasada y su situación presente, firmado por Sergi Reboredo.
En lo que respecta a la historia que se cuenta en el citado reportaje, se podía observar un clamoroso vacío sobre un dato fundamental en la historia de las Bahamas: que sus habitantes originarios, los taínos, fueron exterminados por los españoles en lo que fue el primer genocidio español en tierras americanas
Si leemos el párrafo que recoge el mencionado reportaje, dice que «Cuando los españoles desestimaron estas tierras porque ya no habría nada que llevarse, pasaron a dominio inglés». Vamos, que parece que los españoles llegaron allí y no se encontraron a nadie y se fueron sin más ni más.
La triste realidad es muy distinta. El 12 de octubre de 1492 los taínos tuvieron la desgraciada suerte de ser los primeros americanos «descubiertos» por Cristóbal Colón (ese que en los libros de texto aparece como un héroe y tiene tantas calles, plazas y estatuas en su honor), el cual, y con fecha de 14 de octubre (dos días después), escribió sobre ellos: «No llevan armas, están totalmente desprotegidos y son tan cobardes que mil de ellos no se enfrentarían a tres; de modo que son adecuados para recibir órdenes y hacerlos trabajar, sembrar y hacer cualquier otra cosa que se necesite».
Resumiendo, el mismísimo Cristóbal Colón fue el primero en proponer la esclavitud para los taínos, sugerencia rápidamente ejecutada y que llevó a que en 1512, sólo 20 años después del «encuentro» y gracias a la esclavitud, las enfermedades, la miseria y la represión, no quedara ni un taíno en las Bahamas, calculándose las víctimas por decenas de miles. Cuando los españoles exterminaron a los taínos, los sustituyeron por esclavos traídos de África.
Evidentemente, una historia tan desgarradora puede empañar un reportaje idílico sobre idílicas islas, pero ocultar ese dato es devolver al olvido a tanto taíno masacrado y seguir ocultando las responsabilidades genocidas de tantos de «nuestros héroes».