Comenzó como uno de esos rumores tan habituales en estas fechas, y ha ido tomando forma hasta estar a punto de convertirse en noticia. Incluso, aún recordando que «hasta que no se firman los papeles, no se sabe exactamente qué va a pasar», en Osasuna se habla ya abiertamente de la posibilidad de que Raúl García regrese a casa.

«Parece que hay bastantes posibilidades», admite Ángel Vizcay en conversación con GARA. «Hasta que no se firma no se sabe exactamente qué va a pasar, pero está la cosa bastante avanzada», insiste. Como que puede ser cuestión de días. Pese a que al centrocampista le resta un año de contrato con el Atlético de Madrid, el conjunto colchonero estaría dispuesto a concederle la carta de libertad. La segunda parte ofrecería aún menos problemas, porque el exrojillo estaría encantado de regresar a Osasuna, aunque eso signifique reducir considerablemente sus emolumentos.

Y eso que dinero hay en la caja fuerte, tras los traspasos de Natxo Monreal y Javier Camuñas. Más de ocho millones de euros a los que apenas hay que restar 260.000 -nada que ver con el millón con el que se especuló en medios onubenses- que corresponden al Recreativo por la venta del centrocampista.

Un dinero que va directamente «a la hucha» aunque, como reconoce el gerente de Osasuna, «en cualquier momento se puede sacar el tapón», si se considera necesario para reforzar la plantilla del primer equipo.

A este respecto, Vizcay no quiere pronunciarse sobre las informaciones que hablan de ofertas algo superiores al millón y medio de euros que el club navarro habría realizado al Clermont por Romain Alessandrini y al Le Mans por Roland Lamah.

«Esos temas los lleva el director deportivo», apunta Vizcay. Y, pese a reconocer que si éste lo considera prioritario, «un esfuerzo se haría», recuerda que Osasuna «siempre busca las opciones más económicas».

A la espera

Ese esfuerzo resultaría menos oneroso si la camiseta rojilla volviera a lucir sponsor. Vizcay explica que el club sigue «a la espera» de la respuesta de Volkswagen, que debería llegar en los próximos días.

Cree que en la multinacional alemana «se ha tomado el tema con ilusión», pero reconoce que el club no se ha limitado a esta vía. «Se están mirando también otras posibilidades, no nos podemos cerrar», asegura. Lo que sí tiene claro es que si ninguna empresa alcanza las cifras en las que se mueve Osasuna -entre 1'2 y 1'5 millones-, la camiseta volvería a quedar limpia. «Entendemos que no sería conveniente rebajar nuestras pretensiones. En principio, si no se alcanzara ningún acuerdo, nuestra idea sería seguir igual».

Los ingresos que están asegurados son los correspondientes a los abonos que, junto al taquillaje, suponen un 30% del presupuesto. Ayer acabó el plazo de renovación de abonos y, aunque las cifras exactas no se conocen todavía, Vizcay estima que «rondarán los 14.000».

Teniendo en cuenta que la captación de nuevos socios se pondrá en marcha el próximo viernes y que «en las fechas en las que empieza la Liga se suele apuntar más gente», el gerente rojillo cree que se superarán los 14.100 abonados de la pasada campaña. Una circunstancia altamente «satisfactoria», tanto por la aportación económica, como por su «significado a nivel social», teniendo en cuenta lo que supone rascarse el bolsillo en los tiempos que corren.