El representante del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) en Somalia, Bruno Geddo, afirmó ayer que las restric- ciones para las operaciones humanitarias en Somalia son parciales y afectan sobre todo a la distribución de alimentos directamente por parte de organizaciones internacionales.

Aclaró que los insurgentes shebab no ha prohibido a todas las organización trabajar en las zonas que controlan, donde ACNUR, UNICEF y algunas ONG sí lo hacen, y sonsideró que hay «una razón cultural relacionada con los víveres» que explican el veto.

«Si es una gran organización internacional la que distribuye los víveres, en lugar de que sean los propios musulmanes, sobre todo en Ramadam, será algo muy difícil de aceptar», explicó. Ésa es la razón, dijo Geddo, por la que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) tiene problemas para ser aceptado.

Por otro lado, al menos ocho personas murieron ayer y quince resultaron heridas en el asalto de un grupo de rebeldes fuertemente armados al campamento de desplazados de Badbado de Mogadiscio con el fin de hacerse con alimentos que las agencias internacionales están enviando a la zona para paliar la hambruna. Las fuerzas gubernamentales realizaron disparos y se enfrentaron entre ellos