Hay un hecho cierto: el hombre es el animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Con la apuesta que han hecho los presidentes de las tres cajas, Mario Fernández (BBK), Xabier Iturbe (Kutxa) y Carlos Zapatero (Vital), de transformarlas en un banco, dejarán el control del mismo en manos del mercado financiero. Transfieren la seguridad que tienen las cajas, que son las más solventes del sistema financiero español, a la selva del mercado financiero. Tropezaremos no sólo una vez, sino unas cuantas con la misma piedra: el mercado de la especulación. No será en el mismo momento de su transformación en banco, si las asambleas de las cajas lo aceptan, pero sí a medio plazo. Como está diseñado y aprobado, el banco permitirá la entrada de accionistas privados en la búsqueda de más poder.

El presidente de BBK, Mario Fernández, lo ha expresado con mucha claridad. Quiere un banco más grande que el que proyectan las tres cajas, que cuentan con unos recursos totales de casi 80.000 millones. Su intención es duplicarlo, luego lo querrá triplicar, porque si entras en la selva del mercado financiero lo mismo que tú puedes dar bocados, también te pueden comer. A quienes juegan en ese escenario no les importa aplastar a otros para alcanzar más poder.

Un ejemplo muy evidente de la selva en que se ha convertido el mercado financiero es lo que está ocurriendo con la deuda pública. No hay que olvidar, por ejemplo, que el especulador más famoso de la tierra, George Soros, en septiembre de 1992 apostó a la depreciación de la libra esterlina, e hizo temblar al Sistema Monetario Europeo. Puso de rodillas al Banco de Inglaterra, lo que le permitió ganar en una sola operación más de 1.100 millones de dólares. Eso está pasando hoy. Bancos, fondos de inversiones y multimillonarios que especulan y que están poniendo contra las cuerdas a los gobiernos, porque éstos les han dejado que tomen el poder casi absoluto que administran. La transformación de las cajas en un banco nos lleva al terreno de la especulación, donde nadie lo tiene seguro.

Kutxa Bank entrará a competir con BBVA y Banco Santander, claro, pero también estará a merced de los especuladores.