El Departamento de Defensa de EEUU ha reiterado que mantienen sus planes respecto a Afganistán hasta completar su misión de «restablecer la seguri- dad». El Pentágono respondió así al peor ataque sufrido por las tropas extranjeras que ocupan el país centroasiático desde hace diez años, el derribo por parte de la insurgencia talibán de un helicóptero Chinook CH-47 que en la noche del viernes al sábado se saldó con la muerte de 30 soldados de élite estadounidenses, siete militares afganos y un intérprete civil.

El secretario de Defensa, Leon Panetta, elogió el «valor ejemplar» y la determinación de los soldados estadounidenses y afganos de «fortalecer la seguridad mundial» y aseguró que «mantendremos la marcha para completar la misión para la cual ellos y todos los que han prestado servicio y perdido la vida en Afganistán han hecho el mayor sacrificio».

La misión de la OTAN en el país centroasiático, la ISAF, afirmó que sigue investigando las causas del siniestro, aunque los talibanes hayan reivindicado su derribo y las autoridades locales confirmaran ese extremo.

El helicóptero siniestrado participaba en una operación conjunta contra la insurgencia talibán en la provincia de Maidan Wardak cuando fue derribado.

Navy Seals

Un funcionario estadounidense señaló que una veintena de los soldados estadounidenses fallecidos en el accidente formaban parte de la Navu Seals, la misma unidad de élite que estuvo a cargo de la operación en la que se acabó con la vida del ex líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, en su complejo de Abbotabad (Pakistán), pero que ninguno de ellos participó en aquella operación.

El derribo del helicóptero refleja la volátil situación que impera en Afganistán, cuando EEUU y la OTAN han decidido empezar a retirar sus tropas diez años después de la invasión. La meta de EEUU es retirar 10.000 soldados para finales de este año, 33.000 para setiembre de 2012, y completar la retirada a finales de 2014.

Este es uno de los incidentes más graves sufrido por la ISAF desde la invasión del país que derrocó el gobierno de los talibán en 2001 y supone que los militares extranjeros muertos en Afganistán sean ya 378 sólo en lo que va de año, según el recuento realizado por www.icasualties.com.

Ayer, otros cuatro soldados de la OTAN, dos de ellos franceses, fallecieron en dos ataques de los talibanes en el sur y este del país.