Lieberman pedirá al Gobierno israelí que rompa relaciones con la Autoridad Palestina
El ministro israelí de Exteriores, Avigdor Lieberman, va a pedir a su Gobierno que rompa relaciones con la Autoridad Palestina, a la que acusó de planear «un derramamiento de sangre sin precedentes» para setiembre.
GARA | TEL AVIV
Avigdor Lieberman, uno de los elementos más radicales del Ejecutivo israelí, aseguró ayer que su Gobierno debería cortar todos los lazos con la Autoridad Palestina (ANP), incluidos los referidos al ámbito de la seguridad, ante la ola de violencia que, a su entender, se desencadenará una vez que los palestinos presenten en setiembre ante la ONU una petición para que reconozca a Palestina como Estado independiente. Lieberman dijo de que la ANP planea acompañar la propuesta ante la ONU con «un derramamiento de sangre».
El jefe de la diplomacia no ha ofrecido ninguna prueba de sus afirmaciones a los periodistas con los que se reunión, pero sugirió que los palestinos podrían organizar grandes movilizaciones coincidiendo con la próxima reunión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
En su opinión, con esas eventuales manifestaciones multitudinarias los palestinos buscan «la intervención de la comunidad internacional en el conflicto árabe-israelí y hacer fracasar las negociaciones directas para que la solución sea impuesta por la comunidad internacional».
El ultraderechista ministro anunció su intención de pedir al Gobierno la ruptura de relaciones, algo que consideró necesario para transmitir a la comunidad internacional el mensaje de que «no se puede conspirar contra Israel en todos los frentes sin asumir las consecuencias». «Tienen que asumir que hay que pagar un precio», subrayó.
Lieberman llegó a tachar de provocación las protestas no violentas que, a su juicio, la ANP planea para reivindicar su causa. «La Autoridad Palestina se está preparando para un derramamiento de sangre a una escala jamás vista. Cuando más hablan de acciones no violentas, más se prepara para el derramamiento de sangre», agregó.
El ministro de Exteriores de la ANP, Riyad al-Maliki, negó cualquier intención por parte de su pueblo de llevar a cabo manifestaciones violentas y acusó a su homólogo israelí de alimentar el conflicto. «Los palestinos no necesitan este tipo de incitaciones, ellos reivindican el reconocimiento de sus derechos», señaló a AFP. «Estamos seguros al cien por cien de que todas las formas de violencia tienen un impacto negativo en nuestras demandas», añadió.
Al-Fatah y Hamas acordaron ayer en El Cairo resolver el tema de la liberación de presos políticos de ambas facciones en Gaza y Cisjordania antes de que finalice el mes de Ramadán. Ambos movimientos se reunieron en la capital egipcia con la intención de avanzar en el acuerdo de reconciliación que firmaron el pasado mes de abril, informó la agencia egipcia Mena.
Uno de los líderes de Al-Fatah, Sakhr Bssisso, citado por Mena, dijo que los debates se centraron «en la forma de aplicar el acuerdo de reconciliación», incluyendo la formación de un nuevo Gobierno, la cuestión más sensible del acuerdo.
«Hemos dicho más de una vez que el Gobierno palestino que queremos no es (un Gobierno) de unidad nacional o un Gobierno de coalición», indicó ayer el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, citado por la agencia oficial Petra de Jordania, después de una reunión con el rey Abdallah II. «Queremos un gobierno de independientes, un Gobierno de transición», dijo Abbas, quien habló sobre la reconciliación entre los palestinos con el monarca jordano. GARA
