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El BCE comprará deuda para frenar las primas de riesgo

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer entrar «activamente» en el mercado de la deuda, conjuntamente con los bancos centrales de la zona euro, para frenar la subida de las primas de riesgo italiana y española, y evitar así otra jornada de caídas en las bolsas.

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Imanol INTZIARTE | DONOSTIA

El Banco Central Europeo y los bancos centrales de los países de la zona euro -este grupo se denomina Eurosistema- acordaron ayer entrar en los mercados de deuda con el objetivo de frenar el alza de las primas de riesgo y evitar una nueva jornada de turbulencias.

El consejo de gobierno del BCE analizó por conferencia telefónica durante tres horas la posibilidad de comprar hoy títulos del Estado español y de Italia, las dos economías más acuciadas por las presiones.

Por mucho domingo de agosto que marcase el calendario, fue otra jornada de intensos movimientos al más alto nivel. Los líderes políticos y los banqueros de las principales economías mundiales se mantuvieron en permanente contacto a fin de tratar de poner freno a la crisis financiera.

La prima española alcanzó el viernes por la mañana el récord de 417,6 puntos básicos, pero después cayó y cerró en su nivel más bajo de la semana en 370,87 puntos ante los rumores de que el BCE ya estaba interviniendo. La rentabilidad del bono español a 10 años se quedó en el 6,053 %.

Los títulos de deuda italianos a 10 años terminaron la semana en el 6,081% y su prima de riesgo en 373,6 puntos. De este modo, Italia se situaba como el país de la Unión Europea que no ha sido rescatado y que tiene mayor percepción de riesgo para los inversores.

El mismo viernes, Silvio Berlusconi, primer ministro italiano, se apresuró a prometer la aceleración de sus planes de austeridad. Umberto Bossi, líder de la Liga Norte, aseguró que, en correspondencia, el BCE se había comprometido a comprar deuda transalpina.

La ministra española de Economía, Elena Salgado, había reclamado al BCE que «haga su tarea y ayude a la estabilidad de los mercados de deuda». En declaraciones a la agencia Efe, Salgado anunció que el Gobierno Zapatero aprobará este mismo mes una serie de medidas para aumentar los ingresos.

Se incrementarán los pagos a cuenta de las grandes empresas, lo que permitirá recaudar unos 2.500 millones de euros. Además, se flexibilizarán los contratos a tiempo parcial con el objetivo de crear empleo y se pretende ahorrar unos 2.400 millones en Sanidad con la obligación de recetar medicamentos genéricos.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, emitieron un comunicado conjunto mostrando su «favorable acogida a las decisiones tomadas en Italia y en España», al tiempo que pedían «una puesta en marcha rápida y completa de las medidas anunciadas». Igualmente, urgían a la aprobación en los parlamentos, antes de que acabe setiembre, del acuerdo adoptado el 21 de julio relativo al segundo rescate griego y a la ampliación de las facultades del fondo de rescate.

Al parecer, tanto los anuncios de Roma y Madrid como el posterior respaldo del eje París- Berlín fueron decisivos para convencer a los máximos responsables del BCE.

Reacciones a la rebaja

Existe una segunda cuestión que marcará este lunes, y es la reacción de los mercados bursátiles ante la rebaja de la calificación de la deuda estadounidense por parte de la agencia Standard & Poor's. Lo acontecido en las bolsas que abrieron ayer -como se puede leer en la página 3- no invita al optimismo.

«Los mercados se lo esperaban, no creo que ocurra nada estrepitoso», apuntó el responsable europeo de S&P, Jean-Michel Six. Para él, la preocupación de los mercados «es más acerca de la recuperación, en el vigor de la recuperación económica más que en una u otra nota en particular».

El director general de S&P, John Chambers, arrojó más leña al fuego al añadir que su agencia podría realizar una segunda degradación de la deuda soberana de EEUU en los próximos 6 a 24 meses si empeora la situación fiscal del país. Desde la agencia Moody's, su analista Steven Hess calificó de «prematura» la decisión de S&P.

Pero muchos economistas temen una espiral descendente. «El hecho de que Standard & Poor's haya finalmente apretado el gatillo (...) hará sin duda temblar a los mercados financieros en su apertura», auguró Paul Dales, analista de Capital Economics, con sede en los Estados Unidos.

«Esta gente no está en posición de emitir un juicio», denunció el premio Nobel de Economía Paul Krugman, quien recordaba las calificaciones AAA otorgadas por las agencias de calificación a ciertos activos `tóxicos' en el año 2008.

Steen Jakobsen, de Saxo Bank, predijo la llegada de «la versión 2.0 de la crisis. La crisis 1.0 fue el fracaso del sistema bancario para limpiar las pérdidas derivadas de las hipotecas de riesgo estadounidenses (...). Esto creó una avalancha sobre los bancos, que los políticos resolvieron desplazando las cargas de la deuda desde el sector privado hacia el sector público. Funcionó a corto plazo, pero como se está viendo en Europa, el mercado se cuestiona sobre la capacidad de los gobernantes para devolver su deuda».

«La zona euro, al abismo»

La decisión de Standard and Poor's «causará un efecto dominó en España e Italia, y pondrá a Francia bajo presión», auguró Charles Wyplosz, reputado profesor de Economía Internacional. «La zona euro desciende por el abismo», alertó.

Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal, fue preguntado en la cadena NBC si temía un «crack» bursátil. «Es díficil de decir. El único test que tenemos es el israelí y ha caído», si bien añadió que eso se puede deber también al propio clima de desconteno social que se vive en ese país.

Greenspan descartó una recesión en EUU. «Para mí el aspecto económico está muy claro. Vamos bien», aseguró antes de achacar a criterios políticos la decisión de S&P. A su juicio, la cuestión «depende de Europa, no de Estados Unidos. Todo iba bien hasta que Italia comenzó a tener problemas».

«desbocados»

La principal organización empresarial estadounidense, la Cámara de Comercio, mostró su desacuerdo con la calificación de S&P, pero aprovechó para pedir que se reformen «la normativa fiscal y los desbocados programas de ayuda social que amenazan con arrastranos a la insolvencia».

Geithner se queda

No ha faltado quien pidiera, sobre todo desde el bando republicano, la marcha del secretario del Tesoro, Timothy Geithner. El aludido respondió ayer que está dispuesto a «seguir trabajando para dar respuesta a los desafíos» económicos.

La Bolsa israelí, primera en pagar los platos rotos

La Bolsa de Tel Aviv cerró ayer con pérdidas cercanas a un 7% -tras tener incluso que suspender durante casi una hora sus operaciones para enfriar la fuerte caída de la apertura-, atribuidas a la reacción por la rebaja de la deuda estadounidense a cargo de la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's. Concretamente, el índice selectivo TA-25 -el equivalente al Ibex-35 de Madrid- perdió un 6,99%. Otras bolsas que también abren los domingos, como las del Golfo Pérsico -Dubai, Qatar, Abu Dabi, Kuwait...- siguieron la misma senda, a la espera de lo que suceda hoy en Asia, Europa y Estados Unidos.

En Israel el domingo es el primer día laborable de la semana, tras la celebración de sabath. De este modo, la de Tel Aviv ha sido la primera bolsa en sufrir la reacción a la única degradación de la deuda de Estados Unidos desde 1941. El mercado israelí de valores disparó sus pérdidas y suma ya nueve días consecutivos de caídas.

La sesión comenzó con un descenso en picado, lo que obligó a los rectores a detener temporalmente la sesión. «Esta mañana, el TA-25 ha caído más de un 5% y entonces hemos tenido que tomar medidas. Las cotizaciones han sido suspendidas durante entre tres y cinco minutos», explicó Idit Yaaron, portavoz de la Bolsa, quien añadió que las bajadas se estabilizaron al cabo de unos tres cuartos de hora. Cabe recordar que Estados Unidos es el principal soporte político de Israel y ambos países mantienen importantes relaciones económicas. EEUU es el principal destino de las exportaciones israelíes (sin contar diamantes): un 28%, por valor de 11.600 millones de dólares.

El batacazo bursátil se suma a las protestas de indignación ciudadana contra la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, que se iniciaron hace tres semanas con un campamento en Tel Aviv y que rápidamente se extendieron a otras zonas del país y a los más diversos sectores sociales. La última jornada de movilizaciones tuvo lugar el sábado, con decenas de miles de personas -entre 200.000 y 300.000, según las fuentes- tanto en la capital como en otras ciudades.

«El pueblo demanda justicia social» o «Una generación entera exige un futuro» fueron algunas de las consignas coreadas. Reclamaron, entre otras medidas, bajadas en los precios de los alquileres -se han visto incrementados hasta en un 250% en 6 años-, el incremento del salario mínimo, impuestos que graven las viviendas vacías o la gratuidad de la enseñanza.

La oleada de indignación ha cogido tal volumen que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció ayer la creación de una comisión de ministros, observadores y expertos para analizar las demandas y proponer medidas. «No podemos ignorar las voces que salen del pueblo. Daremos soluciones reales, no cambios cosméticos», manifestó Netanyahu a su Gabinete, según la versión difundida por su propia oficina. La comisión presentará sus recomendaciones dentro de un mes al titular de Finanzas, Yuval Steinitz, quien a su vez propondrá soluciones al conjunto del Gobierno. I.I.

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