Si el sábado fue necesario destacar el desgaste físico de Getaria-Tolosa para imponerse en la primera regata del play off por el título de la Liga Euskotren, del mano a mano que sostuvieron ayer las guipuzcoanas con Galicia-Rías Baixas cabe subrayar su fortaleza mental. Tras un año de polémica y victoria compartida a modo salomónico, Getaria-Tolosa se imponía con toda justicia -ha terminado la Liga Euskoten invicta- después de volver a superar a Galicia en un final realmente emocionante.

Zumaia y Pasai Donibane se sabían las convidadas de piedra, de modo que realizaron una digna regata por la tercera posición que se llevó la «Telmo Deun», porque la regata -mejor dicho, «LA» regata-, se la iban a jugar, como no podía ser de otro modo después de cómo había ido la temporada, Getaria-Tolosa y Galicia-Rías Baixas.

Tras la jornada del sábado, no había más. Getaria-Tolosa salió a un ritmo muy vivo, pero Galicia aguantó el tirón, no en vano amén de imponerse, debía remontar 2.10 segundos de desventaja. Con las patronas Olatz Aldalur y Laura Hermo pidiéndolo todo y más a sus remeras, Getaria-Tolosa no tardaría en mostrar su proa, logrando dos segundos de renta en la ciaboga.

La «Esperantza», que durante la primera parte de la campaña sufrió un tanto con las ciabogas, realizó una maniobra fastuosa, ampliando su renta hasta los cuatro segundos a la salida del segundo largo. Galicia-Rías Baixas debía restar seis segundos en un largo que, paradójicamente, se les podía hacer demasiado corto.

Doble recuperación

No obstante, la «Galicia Rianxeira» iba a vender muy cara su piel. Emulando a sus equipos masculinos, el bote gallego realizaba una empopada maravillosa, poniéndose a la par de Getaria-Tolosa mediado el largo de regreso, mostrando incluso la proa a su némesis. Quizá en algunas remeras de estos dos equipos planearía la sombra de la paliza que las galaicas dieron a Getaria-Tolosa en el campeonato estatal. Ante ese estresante panorama, las patronas se dejaban la voz, y las tripulaciones, el cuerpo y el alma.

Fue en ese momento cuando entró en juego el factor de la fuerza mental. A diferencia del sábado, ayer la «Esperantza» tenía algo de energía guardada, y logró volver a ponerse en cabeza para poder abrir una leve renta a falta de menos de 400 metros para el final de la prueba.

Los cuerpos tenían mucho que decir, pero la dureza de mente aún más. La embarcación gallega, que en los últimos días había acusado unas pocas bajas por enfermedad entre sus titulares, ya no dio más de sí y no pudo volver a la brecha, aunque no cejara nunca en su empeño.

Así, Getaria-Tolosa, después de saber sufrir y jugar con la renta conseguida en la jornada sabatina, conseguía entrar en la línea de llegada con una trainera de distancia, con Zumaia a 21 segundos y Pasai Donibane a más de medio minuto.

Si la polémica del año pasado daba a ambos conjuntos como campeones en categoría femenina, ayer sólo habría una reina, y no fue otra que Getaria-Tolosa.

A partir de ahora, la regata de La Concha será la que devuelva a estas dos embarcaciones -con el concurso de alguna más si es que la mar decidiera ponerse encrespada- al tablero de operaciones, en una temporada donde se han repartido las más importantes victorias.