OSASUNA 3
RACING 0

El habitual intercambio de besos postvacacional superó el ámbito del protocolo social en el Sadar. No siempre apetece abrazar al jefe o al vecino, pero Osasuna sí tenía ganas de brindar un buen partido a su afición y ésta, pese a que no acudió en masa al estadio, de confirmar al equipo que, también en la temporada que está a punto de comenzar, permanecerá a su lado. Objetivo cumplido: se dieron la bienvenida recíprocamente.

También a sí mismos. Los navarros aunaron victoria y buena imagen, culminando una pretemporada que ha ido en una línea similar. Y eso permite a equipo y afición cumplir otro de los objetivos buscados durante el verano, optimizar el estado de ánimo de unos y otros de cara al arranque de la competición. No es la pócima de los puntos, pero sí uno de sus ingredientes.

Y es que el verano no le ha ido nada mal a Osasuna. Más allá de los resultados, que tampoco han estado mal -victorias ante Logroñés, Betis, Lazio, Varese, Huesca y Racing; empates frente a Eibar, Real Unión y Novara; y una sola derrota, contra Chievo Verona-, la pretemporada ofrece dos conclusiones positivas: se han hecho muchas pruebas, sinónimo de alternativas para cuando comience la importante, y, sobre todo, las sensaciones transmitidas por el equipo han sido, en líneas generales, buenas. Si además uno quiere ir al detalle, también hay datos a los que echar el diente: defensivamente -sólo tres de sus diez rivales le han hecho gol- y, sobre todo, ofensivamente. Porque apenas ha habido dos encuentros en los que Osasuna se ha quedado sin marcar y porque la familia rojilla ha podido descubrir, por fin, a Lekic. Con sus cuatro goles, es uno de los nombres del verano. El otro bien podría ser el de Annunziata, que no ha perdido el tiempo y se quedará en el primer equipo.

Y está, por último, el ambiente. Nada tuvo que ver el de ayer con el que se vivía hace un año por estas fechas, en las que el affaire de los persas se añadió a la desunión de buena parte de la afición con el cuerpo técnico.

No es el caso de José Luis Mendilibar que, con la recta final que protagonizó Osasuna la campaña pasada y su personalidad, se ha metido al personal en el bolsillo. Para que siga así, le tendrán que acompañar los resultados pero, de momento, su primera aparición en el Sadar deja, al menos, la puerta abierta al optimismo.

Los iruindarras fueron muy superiores al Racing desde el pitido inicial y no tardaron en trasladarlo al marcador. En el minuto diez, Timor botaba una falta desde la derecha y Lekic se comía a la zaga visitante cabeceando al fondo de las redes. En el mismo minuto de la segunda parte, Cejudo culminaba una jugada personal para anotar el segundo. Y a media hora del final, era Annunziata el que cerraba la cuenta, con un disparo desde el borde del área que entró por la escuadra. Todo un golazo para celebrar el reencuentro.

Satisfacción comprensible al final del encuentro, aunque José Luis Mendilibar reconocía que «la Liga será otra cosa». Pero las sensaciones son «buenas porque vemos que podemos hacer las cosas. Me gusta, sobre todo, por los jugadores».