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OFENSIVA CONTRA BILDU

El PP pide perdón por el brindis de sus ediles con Izagirre

Las dificultades del PP para intentar compatibilizar una estrategia de crispación y boicot en Madrid con una imagen más amable y abierta en Euskal Herria quedaron ayer muy en evidencia. Un día después de que sus concejales en Donostia brindaran con el alcalde de Bildu, Juan Karlos Izagirre, el portavoz del partido, Eduardo González Pons, decidió pedir perdón por ello. Paradójicamente, el embrollo lo inició el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, en Gasteiz.

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Ramón SOLA | DONOSTIA

El PSOE no es el único partido obligado a hacer difíciles equilibrios entre el Estado y Euskal Herria por su posición ante Bildu. Las contradicciones explotaron ayer en el seno del PP. Un día después de que los concejales de Donostia participaran con total normalidad en un aperitivo promovido por la Alcaldía y posaran ante las cámaras brindando con Juan Karlos Izagirre, el vicesecretario de Comunicacón del PP y portavoz habitual del partido, Esteban González Pons, se descolgó con unas declaraciones en las que pedía disculpas y desautorizaba la acción de sus concejales.

En una entrevista ofrecida a la Cadena Ser, González Pons expuso que la conversación distendida entre sus concejales y el alcalde abertzale «es algo por lo que debemos pedir disculpas y explicar claramente que no nos representa».

«No todo el mundo acierta siempre», añadió el dirigente del PP, que afirmó que ya había hablado con sus concejales en Donostia y aseguró que éstos habían asumido su actuación como indebida. Para González Pons, el «problema» estriba en que los concejales del PP en Euskal Herria están expuestos totalmente a la opinión pública y por ello «tienen que acertar todos los días».

«Es una imagen por la cual hay que disculparse, no traslada lo que el PP piensa sobre Bildu», insistió González Pons, que pidió «comprensión» a la ciudadanía. La AVT, Dignidad y Justicia y Foro Ermua aceptaron las disculpas de González Pons al considerar que se trató de «un desliz» de los ediles del PP.

Iturgaiz y Barcina

Paradójicamente, el PP donostiarra se ve atrapado en una espiral que inició su presidente en la CAV, Antonio Basagoiti, al jactarse en el inicio de fiestas de Gasteiz de que no había aceptado la mano tendida de Izagirre y que le había dicho que no se la daría «hasta que tus jefes no entreguen las armas». Sobra decir que aquel gesto obtuvo gran difusión en los medios de comunicación estatales.

En la cita de la balconada de San Miguel, por contra, supuso una disonancia absoluta, no sólo por el desplante institucional que suponía, sino por producirse en un marco festivo. Izagirre sí fue saludado con total normalidad y cordialidad por el resto de representantes institucionales. Antes, en un acto oficial celebrado en Iruñea durante los sanfermines, también la presidenta del Gobierno navarro y líder de UPN, Yolanda Barcina, se mostró algo reacia a estrechar su mano, aunque finalmente lo hizo. Por contra, el alcalde de Iruñea de su mismo partido, Enrique Maya, no tuvo objeción en saludar a su colega donostiarra ante las cámaras. Aunque pueda resultar absurdo, por tanto, queda claro que apretar o no la manos de los representantes institucionales de Bildu se ha con- vertido en un auténtico quebradero de cabeza político para ciertos dirigentes que aún insisten en demandar la ilegalización de esta coalición.

Esta cerrazón ha sido puesta en evidencia además desde Bildu, al negarse a entrar en polémicas estériles. Preguntado por ello anteayer en Radio Euskadi, Juan Karlos Izagirre remarcaba que «el PP sabrá qué tiene que hacer si ganan las elecciones, aunque Euskal Herria ha apostado por un proceso de normalización política que no tiene marcha atrás». Esta reacción serena quizás tuvo que ver en que los concejales del PP de Donostia optaran por no secundar la línea de Basagoiti y posar con normalidad junto al primer edil de la ciudad.

«No hay colegueo»

Tras el desencuentro entre los concejales y la dirección llegaron las recolocaciones habituales en estos casos. El primero en salir a la arena fue el propio Basagoiti, para pedir que no se trate al portavoz del PP en Donostia, Ramón Gómez Ugalde, como «a un sospechoso» por esa foto, ya que «toda su vida ha trabajado contra ETA».

A través de un mensaje en su twitter, recogido por Europa Press, Basagoiti aseguró que la imagen del miércoles «es un error» que el mismo Gómez Ugalde asume.

Por su parte, también el cabeza de lista municipal dio aclaraciones. Aseguró en varios tweets que en el momento en el que le hicieron la foto brindando con el alcalde donostiarra en realidad le estaba exigiendo que «quitara las pancartas de presos» que aparecen en el puerto porque «ofenden a mucha gente». «Y él me ha chocado el vaso», aseguró.

Gómez Ugalde quiso poner el acento en que «no se trataba de colegueo y recalcó que él es muy «firme en sus exigencias» en relación a la izquierda abertzale en su conjunto.

En el aperitivo participaron prácticamente todos los concejales del PP en Donostia, una presencia que llamó la atención más todavía al constatar que no había acudido ningún edil del PSE, el grupo que ha ostentado la Alcaldía en las últimas dos décadas. Durante los dos meses de gestión de Bildu, los concejales de todos los grupos sí han participado de modo cordial, y sin polémica posterior alguna, en actos distendidos como el baile que promovió el alcalde en la Plaza de la Constitución el día de San Juan.

«ETA mejor que nunca»

Tras su peculiar petición de perdón, en la entrevista a la Cadena Ser González Pons insistió en defender que Bildu debe seguir siendo perseguida. Diversos dirigentes del PP han insistido en los últimos días en que hay elementos para lograr ahora su ilegalización, por encima de la decisión del Tribunal Constitucio- nal español que le dio vía libre en mayo. Desde el PSOE, por contra, se apuesta por mantener una vigilancia jurídica y una presión política, pero sin ir más lejos por ahora.

Este contraataque se puso en marcha después de los grandes resultados logrados por Bildu el 22 de mayo. De hecho, ayer González Pons argumentó que no se puede decir que «ETA está en las últimas» cuando la coalición abertzale y de izquierdas ha acumulado tal poder en las instituciones. «Nunca pudo soñar que una organización que es su continuación gobernara el Ayuntamiento de Donostia o la Diputación de Gipuzkoa», opinó.

En consecuencia, para el portavoz del PP resulta «muy ingenuo» hablar de la organización armada en clave de debilidad. En relación a este criterio, el candidato del PSOE a La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, lamentó hace unos días que percibe que en la opinión pública española hay una sensación de que «hemos perdido» cuando, según él, «hemos ganado porque no hay terrorismo, aunque eso no quiere decir que no haya independentismo».

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