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Una temporada ilusionante

Repetir puesto europeo y vibrar con la Copa, retos para el «Loco»

Se acabó el patapúm, el zapatazo, el melón al área contraria al más puro estilo inglés. Llegó Marcelo Bielsa y mando a parar. El Athletic, con un juego elaborado y de presión, se propone ser la revelación de esta Liga. Pero... paciencia.

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Joseba VIVANCO | BILBO

«No veo por qué no podemos ir al Bernabéu y vencer al Real Madrid». Las palabras de Marcelo Bielsa, vigésimo entrenador extranjero que se sienta en el banquillo de San Mamés, definen la filosofía con la que este Loco del fútbol quiere cincelar una de las plantillas con más potencial de los últimos tiempos en el club rojiblanco. Quienes han apostado por la idoneidad del técnico argentino para dirigir a este equipo joven y pleno de calidad -sobre todo aquéllos que le trajeron- están convencidos de que con él se puede marcar una época dorada y fructífera, y dar ese salto hacia adelante que parecía limitado con su antecesor, Joaquín Caparrós.

La figura, la trayectoria y la personalidad de este hombre cuyo corazón sólo palpita por los leprosos del Newell's Old Boys de su Rosario natal ha eclipsado incluso el único, caro, pero parece que acertado fichaje del ex-zaragocista Ander Herrera. Hasta su popularidad ha oscurecido la del mediático `icono caparrosista' Fernando Llorente, relegado a un segundo o tercer plano durante esta pretemporada en la que, por fin, dejó de sonar como refuerzo para el fagocitador Real Madrid.

Con un entrenador no ya sólo de prestigio -acaba de ser elegido entre los siete mejores de la década pasada-, sino con una apuesta futbolística en la que sólo vale la victoria, y no la especulación, no es de extrañar que la mayoría de la amplia parroquia rojiblanca se mantenga expectante ante la nueva temporada. Hay mimbres de sobra -dos por puesto ha pregonado el argentino-, y ahora sólo falta que Marcelo Bielsa sepa articular con ellos ese equipo que en San Mamés esperan que arrincone al rival en su campo y no lo deje salir vivo de allí... como en los mejores tiempos.

Paciencia, mucha paciencia

Liga, Copa, y veremos si Europa League. El reto del Athletic esta campaña es tan ilusionante como exigente. Quizá por ello parece quedar claro que -a diferencia de la obsesión de Joaquín Caparrós por exprimir al máximo a los mismos-, Bielsa apostará por repartir minutos.

Con él no hay titulares vitalicios. Si debe sentar a alguien en el banquillo, seguro que lo hará; y si tiene que dar la alternativa a algún joven -caso de Ruiz de Galarreta o Saborit-, también lo hará. Y es que el estilo de presión arriba -robar cuanto antes el balón al contrario y así llegar antes a la meta rival-, de jugar el máximo tiempo en campo rival, supondrá un gran desgaste para los jugadores. Quizá por eso la línea entre titulares y suplentes podrá estar más difuminada que nunca. Quien no corra y dé el máximo, a la banqueta.

Y eso lo saben algunos de los leones rehabilitados por Bielsa, caso de Igor Gabilondo o del joven Ander Iturraspe. Con el rosarino tienen su oportunidad y saben que puede ser la última. Más incierto parece el papel durante este curso del otrora referente Fernando Llorente.

Un fútbol ajeno al patadón, con muchos menos centros al área y donde le tocará ser el primero en presionar a la defensa rival -sin mirar a ver si lo hace su escudero Toquero-, de no mediar triunfos y logros personales, podría acelerar su salida para la próxima temporada.

Así las cosas, la expectación en San Mamés, en el Botxo y, por ende, entre la amplia afición rojiblanca, es máxima para esta campaña en ciernes. El nuevo y cauteloso presidente Josu Urrutia vaticinó que la conexión entre la grada y Bielsa sería de alto voltaje. Y esa sensación se quiere trasladar a un equipo al que el técnico pretende estampar no sólo un estilo de fútbol, sino una mentalidad ganadora. Eso sí, habrá que tener paciencia, mucha paciencia. Los resultados, que llegarán, no serán fruto de un día, ni de un mes, ni aunque empiece ganando en el mismísimo Bernabéu.

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La dificultad que entraña meterse en puestos europeos en una Liga como ésta obliga al club rojiblanco a clasificarse para la fase de grupos de la Europa League y, a partir de ahí, no sólo poder disfrutar de una competición internacional, sino superar el acceso a octavos de final.

Ruiz de Galarreta, la promesa de futuro inmediato

«A Ruiz de Galarreta no lo tenía contemplado como un jugador de futuro inmediato, y creo que lo tiene», ha sido alguna de las alabanzas que el técnico argentino ha dedicado a esta nueva perla de Lezama -18 años recién cumplidos-, que se ha ganado la confianza de Bielsa durante esta pretemporada. De momento, el sitio del eibartarra estará en el Bilbao Athletic de Ziganda, pero quién sabe si con la exigente temporada que se presenta, puede dar el salto puntual al primer equipo. Enric Saborit, Guillermo Fernández y el cadete Aitor Seguín han sido las otras apuestas noveles de Bielsa.

Una política de descartes que ha dado que hablar

Más que la impronta de Marcelo Bielsa en el estilo que quiere para el Athletic, lo que ha marcado su reciente aterrizaje en Bilbo ha sido su política de descartes. Dejó sin dorsal de un plumazo a varios jugadores -entre ellos el carismático Koikili-, se `cargó' luego a Ustaritz y Ocio, y abrió la puerta al primer capitán, Pablo Orbaiz, que, si se queda, puede vivir una agria última temporada.

Un calendario liguero con un final propicio

Arrancar contra el todopoderoso Real Madrid y en el Bernabéu seguro que no era la mejor elección, pero lo cierto es que el calendario liguero tampoco se ha portado tan mal con los rojiblancos. Tras los merengues llega el ascendido Rayo Vallecano, al que seguirán Espanyol y Betis, equipos accesibles para recuperarse. Y, salvando esos derbis seguidos ante Real y Osasuna en octubre -con Vila-real y Valencia antes y después-, lo que sí tienen los leones es un final de temporada propicio para jugarse los puestos europeos: Granada, Mallorca, Racing, Zaragoza, Getafe y fin de la Liga en Levante. J.V.

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