En un horario atípico -más propio de la categoría de plata-, Osasuna sumó su primer punto de este convulso inicio liguero, fraguado en la excelente labor que realizaron los dos guardametas -Asier Riesgo y Andrés Fernández-, el esfuerzo físico extra ante un rival más rodado y la fortuna que, en forma de postes, acompañó en esta ocasión a la escuadra navarra.

Marcado por el calor del mediodía y la todavía lejana puesta a punto, el envite entre rojillos y colchoneros no tuvo un ritmo alto, pero sí fue bonito de cara al espectador, con llegadas a la portería contraria por parte de ambos bandos. La puntería fue el único aditamento que faltó a la cita, en lo que pudo ser un encuentro con varios goles.

Y en el que el técnico osasunista, José Luis Mendilibar, comenzó a perfilar lo que será su bloque, con un número de cambios respecto a la campaña pasada que afectó a más de la mitad del equipo -seis- y algunas apuestas de futuro en el once -Timor- al que habrá que hacer un hueco para la entrada de Raúl García. El equipo sí que echó en falta más control del balón y el de Zizur Nagusia puede aportar mucho en ese sentido.

Las variaciones llegaron acompañadas, además, de un dibujo novedoso, con más hombres pegados al área del rival, renunciando a una banda -la derecha- en la que no estuvo su pieza específica -Cejudo-, quien deambuló por el carril contrario, y con un futbolista por delante del doble pivote -Timor- que jugó con total libertad.

Todos los factores mencionados provocaron que al cuadro encarnado le costase un buen rato meterse en faena, ante un oponente que saltó henchido por su aplastante clasificación europea, pero que acabó echando en falta la presencia de su fichaje estrella, Falcao, quien no pudo jugar al no llegar el transfer del Oporto a tiempo.

Ambos conjuntos trataron de jugar al fútbol, pero fue el Atlético quien más y mejor cuidó el cuero, mientras Osasuna trataba de sorprenderle a la contra, un recurso hasta ahora poco utilizado, pero que tal y como se vio puede ser un arma novedosa para el presente curso.

En cualquier caso, fue la portería una de las claves del empate cosechado. Hasta que Salvio chocó con Asier Riesgo -el debarra no acaba de tener suerte y sufre un esguince lateral interno en su rodilla derecha, que podría apartarle un mes aproximadamente de los terrenos de juego-, el guardameta guipuzcoano estaba siendo un valladar que había impedido que el 1-0 subiese al marcador.

Para no ser menos, su sustituto, Andrés Fernández, también se erigió en protagonista, hasta el punto de salvar al equipo en el descuento y en varias paradas de mucho mérito. El cancerbero murciano, sin duda, aprovechó su oportunidad y apunta a titular en el siguiente compromiso liguero frente al Sporting, que llegará acuciado a El Sadar tras caer frente a la Real.

Lamah, una grata sensación

No sólo los guardametas brillaron a un gran nivel, también la fortuna estuvo del lado rojillo en la jornada matinal de ayer. Hasta en dos ocasiones -Salvio en el 42 y Reyes en el 58- los colchoneros estrellaron el balón en el poste, para mayor susto de los hombres de Mendilibar quienes, aunque bien plantados sobre el césped, tuvieron que lidiar con algunos agobios en determinadas fases del choque.

No todo fue destacado en el aspecto defensivo, Osasuna también enseñó sus uñas en determinados momentos e incluso pudo llevarse el gato al agua con un poco más de acierto. Entre las gratas sorpresas estuvo el estreno de Lamah, un futbolista vertical, con desborde y, sobre todo, una gran zancada, que si continúa en la línea mostrada ayer va a ser un jugador muy importante en ataque.

De sus botas salió un disparo fuerte y colocado en el minuto 84, y el jugadón de fuerza y precisión que culminó con una asistencia a Nino que el almeriense no supo llevar a las mallas en el 91, a diferencia de lo que nos tiene acostumbrados. Hay once para la ilusión.