El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, manifestó ayer que su país no debe apresurarse a modificar el tratado de paz con Egipto, en medio de informaciones que apuntaban a que Israel podría autorizar el despliegue de más tropas en el Sinaí. En una reunión con los ministros de su partido, el derechista Likud, afirmó que cualquier cambio en el tratado «deberá ser aprobado por el Gabinete», aunque declaró estar dispuesto a «examinar» cualquier petición de El Cairo en ese sentido.

En los últimos días, tras el triple atentado de Eilat, funcionarios de Defensa citados por medios locales apuntaban a la posibilidad de que Israel considerara reformar el tratado firmado en 1979 para permitir un mayor número de soldados egipcios en la península del Sinaí.

Netanyahu precisó que su país mantiene «continuos contactos con el Gobierno egipcio» y que trata de mantener esa relación de forma «inteligente».