LEMONA
Txoperena permanece ingresado a la espera de su evolución
A.U.L.
Jon Txoperena protagonizó el susto de la jornada. Morrocotudo, no en vano acabó con el lateral hospitalizado con varias fracturas en el rostro.
Sucedió el domingo en el derbi que enfrentó a Sestao River y Lemona en las Llanas. A diez minutos del final, Jon Apraiz le propinó una patada en la cara, involuntaria -el exjugador cementero se mostraba hundido tras el encuentro-, pero brutal.
Txoperena cayó al suelo fulminado. «Nos temimos lo peor -reconocían desde el Lemona- porque ni se movía». En realidad, el defensa guipuzcoano no llegó a perder el conocimiento. «Nos dijo que no había perdido la consciencia en ningún momento, que se acordaba de todo, pero que no quería moverse por el dolor», explicaban desde el club.
No es para menos. Tras un rato de espera -no había ninguna camilla en las instalaciones de Las Llanas, y tampoco una ambulancia en el exterior, por lo que hubo que aguardar a que llegase una-, el jugador fue trasladado al Hospital de Cruces, donde se le diagnosticaron varias fracturas en mandíbula, malar, nariz y algunas piezas dentales.
Primera operación
Se le sometió, además, a una primera intervención quirúrgica para solventar la fractura del hueso malar. Quedó después ingresado, a la espera de su evolución, de la que dependerá que vuelva a pasar por el quirófano.
Y es que la fuerte inflamación que sufre en su rostro ha impedido a los médicos comprobar el estado exacto de algunos huesos -aunque un segundo examen ha descartado que la nariz esté fracturada-, así como una intervención inmediata.
«Tienen que esperar a que se le baje la inflamación. A partir de ahí decidirán si vuelven a operarle y hasta cuándo debe seguir ingresado. Ahora mismo se encuentra bien, dentro de lo que cabe, y sedado, así que por lo menos no tiene dolor», confirmaron desde Lemona.