El Observatorio sirio de Derechos Humanos denunció la muerte de cinco personas, víctimas de la represión militar siria en en Sarmin, una localidad situada cerca de la frontera con Irak.

Paralelamente, una columna del Ejército sirio penetró ayer por la mañana en la localidad de Hit, a dos kilómetros de la frontera norte con Líbano, siempre según la misma fuente.

Finalmente, fuerzas acorazadas del Ejército sirio rodearon ayer la ciudad de Rastan, unos 20 kilómetros al norte de Homs y que se encuentra junto a la principal carretera que lleva a Turquía.

Rastan era hasta ahora un semillero de reclutas para el Ejército, pese a que es una zona mayoritariamente suní. El régimen y la cúpula militar están copados por la minoría alauí.

Una sexta persona murió ayer en Qara, cerca de la capital, damasco, durante un registro policial en su casa.

Rusia e Irán

El presidente sirio, Bashar al-Assad, recibió ayer al viceministro ruso de Exteriores, Mijail Bogdanov, quien le transmitió un mensaje del inquilino del Kremlin, Dmitri Medvedev, en el que le habría trasladado «la inconmovible posición de Rusia».

Por su parte, Irán denunció el intento de la UE de relacionar a Teherán con los sucesos de Libia al incluir a la unidad Al-Qods en su lista de sanciones.

Asimismo, el fiscal general de Hama fue secuestrado ayer.