Siete israelíes, entre ellos cinco policías, un guardia de seguridad y un civil, resultaron heridos cuando un palestino de Naplusa (Cisjordania) se montó en un taxi, atropelló varios policías y apuñaló a viandantes en Tel Aviv.

Según el relato del Gobierno israelí, que no ofreció información alguna sobre el destino palestino, este último tomó un taxi en Yafa, colindante con Tel Aviv, del que expulsó al conductor para dirigirse hacia un club.

El palestino estampó el vehículo contra un retén policial en la entrada del local. Luego salió del automóvil y apuñaló a algún viandante mientras gritaba Alahu akbar (Alá es el más grande). La Autoridad Nacional Palestina (ANP) condenó el ataque, «como todos que tienen como objetivo a civiles».