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La portería

Dos escalones de un salto cuatro años después

Andrés ha pasado de teórico tercer portero a que le lluevan los elogios por su actuación en el Calderón. El guardameta debutó en Primera en 2007 pero desde entonces no había tenido oportunidades.

Amaia U. LASAGABASTER

21 de octubre de 2007, octava jornada de Liga. Con Ricardo, que jugaría los otros 37 encuentros del campeonato, fuera de la convocatoria por sanción, Juantxo Elia defiende la portería de Osasuna en el Juegos del Mediterráneo. En el minuto 49, el árbitro se inventa un penalti del guardameta rojillo, que se marcha expulsado. Andrés Fernández sustituye a Portillo y debuta con el primer equipo, aunque no puede evitar ni el gol de Felipe Melo, ni la derrota final de los suyos frente al Almería.

28 de agosto de 2011, primera jornada de Liga. Con Ricardo, para sorpresa de todos, fuera de la convocatoria por decisión de José Luis Mendilibar, Asier Riesgo defiende la portería de Osasuna en el Vicente Calderón. En el minuto 43, una entrada de Salvio acaba con el guipuzcoano lesionado. Andrés Fernández le sustituye para disputar su segundo encuentro con el primer equipo y convertirse en uno de los responsables de que Osasuna sume un punto frente al Atlético.

Casi cuatro años ha tenido que esperar Andrés para dar continuidad a aquella primera experiencia. Cuatro años en los que, con Ricardo casi intocable y Elia, Roberto y Riesgo intentando arrebatar el puesto al madrileño sin fortuna, ha mirado la Primera desde lejos, defendiendo las porterías del Promesas y, este último año, del Huesca.

Precisamente su buen rendimiento en el equipo maño, con el que consiguió el Trofeo Zamora de Segunda, y el hecho de que su entrada en la convocatoria no estuviera esta vez forzada por las circunstancias, hacen que esas dos historias tan parecidas sean, en realidad, muy diferentes. Por mucho que el jugador recuerde que «ya me tocó vivirlo hace cuatro años» y considere que tras su re-debut, «la cosa sigue igual».

Los pies en el suelo

No es cierto. Andrés ha superado dos escalones de un salto y uno de ellos no se ha debido a un capricho del destino. Aunque desde fuera del equipo pareciera claro que tendría que resignarse al papel de tercer portero, es evidente que su técnico lo veía de otra manera. El sábado se lo llevó a Madrid, aun con Ricardo en perfectas condiciones. Ya había ascendido su primer peldaño. El segundo, el que le llevó a entrar en el campo, se debió a la lesión de Asier Riesgo y ahí sí se comprende bien el discurso de Andrés, que recalca la importancia de «tener siempre los pies en el suelo», pese a la cantidad de elogios que le han llovido. «Sinceramente, prefiero escucharlo como un eco al que no quiero prestar atención. Prefiero fijarme en las críticas de la gente que suele rajar porque con eso puedo seguir aprendiendo».

Que es su objetivo, «seguir trabajando y mejorando para el siguiente partido». Sin mirar «más allá. Yo miro el día a día, entrenar cada día mejor y estar preparado para el fin de semana. Esa es mi labor. Y luego el míster que decida si tengo que jugar o no», asegura.

Una decisión complicada y, seguro, acertada. O al menos en eso coincide Andrés con su entrenador. Porque si Mendilibar aseguraba el sábado, al dar a conocer su convocatoria, que cualquiera de los tres porteros estaba «para jugar y por tanto, voy a acertar seguro», el valenciano también ve a tres guardametas igualmente capacitados. «Los tres estamos trabajando muy bien. Creo que cualquier de los tres puede jugar y hacerlo bien, Asier lo demostró y Ricardo sabemos cómo es». Una igualdad de la que «el máximo beneficiado es el equipo porque significa que todos los porteros estamos peleando por jugar, subiendo el nivel y quiere decir que el que juegue está muy bien».

Competencia sana

Igualmente beneficiosa es, en su opinión, la «buena piña que estamos haciendo entre los tres. Yo tengo claro que ninguno tiene la culpa de que juegue uno u otro. Lo decide el míster y nosotros tenemos que estar preparados para jugar, para estar en el banquillo o para estar en la grada, lo que toque».

De momento, al valenciano le ha tocado banquillo y césped. Su ubicación ante el Sporting de Gijón dependerá, en principio, de la evolución de Asier Riesgo que, salvo sorpresa, podrá enfrentarse a los asturianos. Las pruebas confirmaron que sufre un esguince leve de rodilla del que, con dos semanas por delante, debería poder recuperarse sin mayores problemas.

RIESGO

El portero guipuzcoano sufre un esguince de grado I en el ligamento lateral de su rodilla izquierda, sin lesión ligamentosa ni meniscal. No se ha establecido período de baja, pero debería estar disponible para el próximo encuentro ante el Sporting de Gijón.

INTERNACIONALES

Vádocz, Nekounam y Raitala no trabajaron ayer en Tajonar, al encontrarse concentrados con sus selecciones. Precisamente por las citas internacionales, no habrá jornada el fin de semana. Pero sí amistoso el jueves, en Lakuntza, frente al Numancia.

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