GARA > Idatzia > Iritzia> Editoriala

El privilegio de llamarse «Irene»

El huracán «Irene» continuaba ayer, debilitado, su recorrido por la costa Este norteamericana dejando detrás suyo al menos 20 muertos, inundaciones, millones de hogares sin electricidad y otros muchos daños materiales. Es normal, pues, que un fenómeno de tal magnitud así haya concitado la atención de los medios de comunicación de todo el mundo. Nadie pone en duda lo noticioso de un fenómeno de ese tipo. Ciertamente, resulta espectacular la evacuación de 300.00 personas ante la llegada del huracán a Nueva York. Sin embargo, sí merece una pequeña reflexión el hecho de que la información sobre el huracán Irene haya adquirido la categoría de lo local en cualquier país, con una cobertura casi comparable a la que hubiera tenido si hubiera ocurrido «en casa», a diferencia de otros fenómenos naturales de tanta o mayor intensidad pero en lugares más remotos informativamente.

En cuanto a las consecuencias del huracán, si bien ha habido que lamentar 20 víctimas mortales y numerosos daños materiales, hay que felicitarse porque lo que a priori se suponía devastador no lo haya sido, y porque llegase a Nueva York convertido en tormenta tropical y, por tanto, habiendo perdido fuerza. Al mismo tiempo que «Irene» recorría Estados Unidos, un tifón causó diez muertos en Filipinas, pero estos días casi nadie ha mirado hacia allá. Probablemente no es comparable la magnitud de uno y otro, pero la realidad es que habitualmente en los países con menos recursos económicos el efecto de los desastres naturales es mucho más catastrófico, algo que se percibe como inevitable. Los fenómenos inevitables son los naturales, pero sus consecuencias no lo son en gran medida, como acaba de quedar demostrado en Estados Unidos.

Llama la atención, por tanto, esa jerarquización del interés público autoimpuesta por los medios de comunicación en función de la rentabilidad del producto que ponen a la venta. Una jerarquización que el huracán «Irene» ha vuelto a dejar patente.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo