Hoy ser� un d�a de choques en Donostia. Por un lado, el Ejecutivo de Patxi L�pez celebrar� la primera reuni�n del nuevo curso pol�tico. Y por otro lado, el movimiento por la desobediencia civil Mugitu! llama a participar en la marcha de protesta y parodia contra la �pol�tica de hormig�n� del Gobierno de Lakua. La protesta partir� a las 12.00 desde el kiosko del Boulevard y finalizar� a las 13.30 en el Palacio Miramar.

Seg�n el colectivo anti-TAV, el Gobierno de Lakua da prioridad absoluta a las infraestructuras y demuestra una permanente obsesi�n por el hormig�n. Por ello, quieren parodiar que los pol�ticos tienen el coraz�n lleno de cemento y pretenden llenar Euskal Herria de este material. El lema de la marcha ser� ��Ten�is el coraz�n lleno de hormig�n! �Alto a las grandes obras destructivas! �Alto a las obras del TAV!�.

Todos los miembros de la marcha se disfrazar�n de color gris, con el fin de parodiar �la destructiva pol�tica de hormig�n�. Tras la protesta subir�n a Miramar con la intenci�n de trasladar directamente la protesta contra el TAV y la pol�tica de grandes infraestructuras al Ejecutivo de Patxi L�pez.

Mugitu! se�al� ayer que el objetivo de la iniciativa es denunciar que el Gobierno de Lakua da �prioridad absoluta� a las infraestructuras y que demuestra una permanente obsesi�n por el hormig�n. El movimiento agreg� que no entiende que, en estos tiempos de crisis en que vivimos, el Ejecutivo de Gasteiz haya invertido mas de 1.200 millones de euros en obras del Tren de Alta Velocidad

As� como el TAV, desde el movimiento quieren aprovechar la ocasi�n para criticar otros proyectos que est�n relacionados con el hormig�n, como son el puerto exterior de Jaizkibel o la macroc�rcel de Zubieta. Desde el colectivo piensan que Lakua est� sometido a la pol�tica del Gobierno espa�ol, el cual �se encuentra sumido en el fabuloso negocio que reporta el sector de la construcci�n al Estado Espa�ol�.

�Denunciamos la aberraci�n ecol�gica, social y econ�mica que supone el TAV�, se�alaron desde el colectivo, y a�adie- ron que la destrucci�n que va a ocasionar el TAV ser� el s�mbolo en el que las futuras generaciones ver�n reflejada �la prepotencia pol�tica y econ�mica� del Estado.