La primera contrarreloj individual de la presente Vuelta creó un revuelo deportivo en la clasificación general. El primer y principal causante fue Tony Martin (HTC), que fue el más rápido en la meta de Salamanca.

El corredor alemán se mostró orgulloso del triunfo porque «ha sido una victoria con un plus de satisfacción por haber ganado a campeones como Cancellara o Wiggins». Asimismo, reconoció que «a la Vuelta no he venido solo a preparar el Mundial sino a intentar ganar alguna etapa y lo he demostrado».

También habló sobre la jornada: «Ha sido una gran contrarreloj y estoy muy contento por la victoria. La contrarreloj ha sido larga y más difícil de lo que parecía, por eso entre los favoritos ha habido diferencias. La contrarreloj del Mundial es similar pero más fácil y este triunfo me refuerza la moral, me da confianza y me hace sentir bien».

Nadie pudo seguir la estela de Martin. Pero hubo un hombre como Christopher Froome (Sky) que se llevó el gato al agua gracias a su excelente contrarreloj. El británico fue segundo, a 59 segundos, y se adjudicó el maillot rojo de líder de la Vuelta. «El equipo me dio libertad para disputar la contrarreloj y la hice a tope. Este maillot rojo para mí es un premio muy bonito», señaló el corredor del Sky.

A partir de ahora, y con cuatro etapas de montaña por delante, Froome acepta las dificultades para mantener el maillot: «Ahora será un problema defender la camiseta de líder porque quedan dos semanas muy difíciles».

Bien le fueron las cosas también a Vincenzo Nibali (Liquigas). «Estoy muy contento. Siempre he ido bien en crono, pero la de hoy ha sido la mejor. El tiempo que he sacado es realmente bueno», recalcó.

El corredor italiano explicó la etapa de la siguiente manera: «El recorrido era digno de un Mundial. Muchos falsos llanos, todos muy largos. En la primera parte, el viento daba de lado, después en la segunda parte era de frente y también de costado ligeramente. Iba moviendo la bici de un lado para otro».

A Zubeldia le faltó potencia

El mejor vasco en el día de ayer, Haimar Zubeldia (Radio Shack), indicó haberse encontrado bien prácticamente durante los 47 kilómetros de la etapa: «He estado bastante bien, pero me ha faltado potencia en un recorrido que era para especialistas. Mi objetivo en la Vuelta es hacerlo lo mejor posible en la clasificación general. Hasta ahora tengo buenas piernas y ojalá las tenga hasta el final, pero voy a ir peldaño a peldaño».

Por su parte, Joaquim Purito Rodríguez (Katusha) se mostró irónico: «Por favor que quiten las contrarreloj». Y es que el corredor catalán peca de dejarse todo lo que gana en las ascensiones en este tipo de etapas contra el crono. «La contrarreloj -siguió- es el único día del ciclismo que no me gusta».

Recordó que tras la cronometrada de la edición de 2010 en la que salió como líder y se dejó más de seis minutos con los mejores sentía que tenía ganas de irse. «Me hubiese ido, me dolía todo el cuerpo y no tenía ni ganas de seguir luchando, pero después de esta contrarreloj tengo la cabeza con ganas de seguir luchando», manifestó.

«No hay nadie eliminado»

Otro corredor que a priori parecía favorito a la victoria final de la presente edición, Denis Menchov (Geox), indicó que «mis rivales siguen siendo los mismos que antes de la etapa: no pienso que esta crono haya eliminado a nadie». Y es que, «estoy contento por las sensaciones más que por el resultado. Una crono puede salir mejor o peor, pero es la que marca la diferencia a la larga», sentenció el ruso.

Carlos Sastre (Geox), reconoció que «he llegado muerto, pega mucho el aire y ha sido muy dura. Ahora soy un hombre sin objetivos, cualquier cosa vale».