Pues no, no ha habido nuevas declaraciones del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, pero tampoco se ha apagado la artificial polémica en torno a su figura.

Ayer, en «Abc», Pablo Ojer, retomaba de forma bastante pobre lo que asegura no es ninguna campaña contra Garitano: «Como indica la portavoz de los junteros socialistas, Rafaela Romero, es la `incontinencia verbal, frivolidad calculada y arrepentimiento nulo' del dirigente de una institución que maneja más de 839 millones de euros anuales». Así que lo que les preocupa es eso, que los dineros no estén bajo el control de los de siempre. Según dice, la página que dedica a intentar desacreditar a Garitano no se inscribe en campaña alguna: «El líder de alternativa, unos de los integrantes de Bildu junto con Eusko Alkartasuna y los independientes, procedentes de la ilegalizada Batasuna, denunció una supuesta campaña contra Garitano». Más que supuesta, diría yo, aunque Ojer lo niega: «Pero basta remitirse a los hechos, o más bien a lo no hecho, para comprobar la realidad de un Gobierno que se caracteriza porque no gobierna y solo se dedica a aparecer en los medios de comunicación por sus polémicas». Las polémicas no son de Garitano, sino de los medios de comunicación que las crean manipulando y magnificando declaraciones y gestos de lo más normalito, con los que la mayoría de los guipuzcoanos están de acuerdo. Y a continuación el periodista advierte del peligro por boca del portavoz del PP en las Juntas Generales de Gipuzkoa: «`Todo lo que han hecho han sido palabras, palabras y palabras, ni una actuación', recuerda Cano. Y por las pocas palabras que se les han oído a los junteros de Bildu, el Gobierno de Garitano va a ser `el no a todo lo que estaba proyectado e iba a suponer un beneficio y un avance para la provincia'». Sin embargo, no todos lo ven como el señor Cano y Pablo Ojer, por ejemplo muchísimos guipuzcoanos cuya opinión está dispuesto a tener en cuenta el Gobierno de la Diputación guipuzcoana. Lo que ocurre es que el concepto de democracia de algunos se resume a, una vez ha elegidos, hacer lo que les viene en gana, también con ese dinero que gestionado por Bildu tanto les preocupa, como si fuera suyo y no de los contribuyentes .