20-N, un nuevo avance en la dirección correcta
El coordinador de Aralar en Nafarroa aborda las claves que han determinado su apuesta por concurrir en una lista común con los integrantes de Bildu, sus potencialidades y las derivadas de esa decisión. Considera que UPN y PP sí han sabido leer el alcance de este acuerdo y han actuado con rapidez pero, por otra parte, lamenta y se muestra preocupado y crítico por la negativa rotunda de Zabaltzen y el PNV. Confirma que Nabai no concurrirá como tal el 20-N pero muestra su disposición y compromiso a perjudicarla lo menos posible. Concluye advirtiendo que eso no será sólo tarea de Aralar y, de lo contrario, apunta a la posibilidad de heridas que «ya no sea posible cerrar»
Desde el propio nacimiento de Aralar permanentemente hemos intentando que nuestra acción política posibilitara cambiar el estado de las cosas y conseguir una evolución a mejor en las condiciones de vida, derechos democráticos y respeto a la pluralidad y convivencia social del conjunto de la sociedad y del sector político y social que representamos.
Aralar ha tenido oportunidades de acomodarse en sus posiciones o en las instituciones y no arriesgar. Lo pudimos hacer en 2003 con unos buenos resultados. Lo pudimos hacer con Nafarroa Bai y lo podríamos hacer ahora y a futuro.
Muy al contrario, siempre hemos arriesgado. Arriesgamos con el nacimiento de NaBai cuando nadie tenía cultura de unidad. Lo hemos hechos durante estos años en un difícil debate ideológico con la otra sensibilidad de la izquierda abertzale en torno a la violencia de ETA, el respeto a los derechos humanos, las vías exclusivamente políticas o los ámbitos de decisión.
Hoy y ante las próximas elecciones generales a Madrid, con ese mismo compromiso de ayudar a cambiar el estado de las cosas y avanzar hacia el cambio político que nos traiga esa Navarra más justa, creemos necesario y proponemos el acuerdo electoral entre NaBai y los componentes de Bildu.
Lo proponemos porque estamos convencidos que es la mejor forma de dar respuesta a estas elecciones a Madrid, donde entre otras cosas, son unas elecciones en las que siempre jugamos en desventaja en relación a los partidos estatales. Porque juntos tenemos más posibilidades de obtener una buena representación de esa otra Navarra abertzale, de izquierdas y progresista que UPN y PSN siempre han intentado ocultar.
Acudir unidos a Madrid responde además a la lógica necesidad y voluntad de trabajar juntos NaBai y Bildu en clave de futuro. Pensando en ese cambio político que aquí en Navarra sin duda debemos preparar a futuro. Hoy la oposición real al Gobierno de UPN-PSN somos NaBai y Bildu y el trabajo a lo largo de la legislatura debe de ser de colaboración y entendimiento.
Es importante acudir a Madrid y hacerlo con fuerza para defender allí una posición firme y clara ante los que son retos y necesidades prioritarias de los ciudadanos aquí y allá. Es necesario estar en el Congreso en defensa principalmente de los miles de ciudados y ciudadanas gravemente perjudicados por las consecuencias sociales y humanas que está generando la crisis.
Debemos igualmente comprometernos en el camino abierto para la desaparición de las violencias, la vulneración de derechos humanos, el uso exclusivo de vías políticas, el respeto a la pluralidad y para que la convivencia sea una realidad definitiva en Euskal Herria. De igual manera, debemos exigir al Estado el reconocimiento y respeto de los derechos políticos, culturales o lingüísticos que como pueblo nos corresponden, sean reconocidos, respetados y se permita a los ciudadanos tanto de Navarra con de la CAV poder expresarse y decidir sobre los mismos.
Para Aralar, la potencialidad de la nueva coalición es muy importante. No dudamos que el conjunto de la sociedad navarra y vasca percibe la importancia y fuerza de este nuevo paso y que éste ofrece una opción fuerte, generosa y ganadora.
UPN y PP sí han sabido leer este acuerdo y ha reaccionado con rapidez. Se han apercibido de que este acuerdo va dirigido a confrontar con ellos y a disputarles su hegemonía en Navarra. Las derechas navarra y española han sido capaces de ver este nuevo paso en la dirección correcta, la de cambiar la correlación de fuerzas en Navarra y el riesgo para ellos de que los abertzales de izquierdas podamos ser primera fuerza, por encima de UPN o PP. Es por ello que sus miedos les han llevado incluso a tener que deshacer aquel movimiento de división, que también antes les obligamos a realizar para ahora volver a ir juntos como forma para frenarnos.
Esta propuesta de Aralar, para concurrir NaBai y Bildu, no ha gustado a algunos sectores de NaBai. La negativa rotunda y definitiva por parte de PNV y Zabaltzen no es la decisión que Aralar deseaba y esperaba. No alcanzamos a comprender esa actitud de blindaje de NaBai cuando la seña de identidad de la misma siempre ha sido la disposición a la apertura. De la misma forma no es comprensible, si no es por fobias políticas o personales la negativa rotunda a cualquier colaboración con Bildu o Sortu, fuerzas de izquierdas y abertzales como se define, entre otras, también la propia NaBai y como lo es Aralar, parte fundamental de la coalición. Quizás esta negativa pueda tener más que ver con haber trastocado planes de futuro que algunos pudiesen haber hecho para NaBai contabilizando a Aralar, pero frente a lo que representa Aralar.
Frente a esta negativa rotunda de PNV y Zabaltzen a cualquier encuentro con Bildu-Sortu y que sitúa a Aralar como parte importante de NaBai ante la difícil e inaceptable situación de tener que optar por mantenerse en NaBai o no colaborar nunca con la otra sensibilidad de la izquierda abertzale, sorprende sin embargo la buena disposición de PNV y Zabaltzen de estar siempre abiertos a comprender y perdonar las actuaciones del PSN en pro de ese deseado gobierno de coalición.
Este deseo de Aralar de dar protagonismo a NaBai ante la nueva situación que se abre y preservarla a futuro, ya no será posible tras la negativa de PNV y Zabaltzen. Este hecho nos ha colocado ante la realidad de que NaBai no estará en las elecciones y que quienes formamos parte de ella concurriremos de forma separada. Llegados a esta situación, es deseo y compromiso de Aralar gestionarla con respeto y con sentido común para que el compromiso adquirido en la NaBai 2011 en la legislatura que iniciamos y para que el trabajo en las instituciones de Navarra, Parlamento y Ayuntamientos, salga lo menos perjudicada posible. Este es un compromiso y deseo de Aralar, pero por sí sólos no podemos garantizarlo puesto que depende igualmente tanto del PNV, como de Zabaltzen, como de las personas independientes. Para que sea posible debemos huir de descalificaciones, acusaciones o llamadas al transfuguismo, de lo contrario podríamos abrir fracturas tan profundas que pasadas las elecciones generales ya no sea posible cerrar.